Cuenta el mito, aunque no está certificado, que la pizza margarita —o pizza margherita— surgió como un homenaje a la princesa Margarita durante un viaje oficial que hizo a Nápoles.
El tributo constaba de tres colores, los mismos que visten la bandera de Italia, a base de rojo, blanco y verde, o lo que es lo mismo, tomate, mozzarella y albahaca. Tres ingredientes abundantes en el sur de Italia y la excusa perfecta para honrar a la joven heredera.
Lo que sí es cierto es que es una pizza sencillísima, muy sabrosa y que solo necesita que nos esmeremos un poquito con la masa —que os enseñaremos a hacer— y con la salsa de tomate, que será la otra protagonista de la preparación.
Luego podéis hornearla en el horno casero que tengáis, aunque si tenéis una piedra caliente para que la temperatura suba un poco más será perfecto y se asemejará a una auténtica pizza napolitana.
Ingredientes
- Harina de fuerza 540 g
- Agua tibia 350 g
- Aceite de oliva virgen extra 25 g
- Sal 12 g
- Levadura seca de panadería 2.5 g
- Salsa de tomate 150 g
- Mozzarella fresca 250 g
Cómo hacer pizza margarita
- Tiempo total 1 h 10 m
- Elaboración 1 h
- Cocción 10 m
Con esta receta nos van a salir unas tres pizzas individuales que, además, necesitan un reposo de 24 o 48 horas en nevera, según prefiramos.
Empezaremos con la masa, para ello ponemos en la amasadora la harina e incorporamos la levadura, el aceite y el agua. Cuando esté bien incorporado todo añadir la sal y amasar tres minutos más.
Sacar la masa a un bol y dejar fermentar una hora a temperatura ambiente tapado con un paño de cocina. Sacamos del bol, separamos en tres porciones, amasamos ligeramente, hacer tres bolas con tensión y disponemos en una bandeja.
Tapamos con film transparente y dejar en la nevera entre 24 y 48 horas para una fermentación lenta.
Al día siguiente o a los dos días, podemos proceder a hacer nuestra pizza. Para ello precalentamos el horno a 250 ºC, mientras que en una encimera limpia espolvoreamos la sémola de trigo molida y sobre ella estiramos con las manos la masa de pizza hasta el tamaño y grosor deseado.
Colocamos encima el tomate frito y horneamos sobre la piedra caliente hasta que los bordes comiencen a dorarse. En ese momento, disponemos sobre la base con tomate el queso mozzarella cortada en discos, que habremos dejado reposar sobre papel absorbente unos minutos para que perdiera humedad, y horneamos tres minutos más hasta que comience a fundir.
Sacamos del horno con ayuda de una pala y colocamos en el plato. Disponemos encima unas hojas frescas de albahaca lavada.
Con qué acompañar la pizza margarita
Si somos puristas, esta pizza no necesita nada más que el trago que queramos echar a su lado, pero si nos hacemos un poco los suecos la podemos 'engordar' con un poco de champiñón, jamón cocido, aceitunas negras o alcachofas.
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