Aunque Jaime Oliver es un personaje que levanta ánimos enfrentados –entre otras cosas, por echar chorizo a la paella–, lo cierto es que el cocinero británico es un comunicador nato, que ha hecho un gran trabajo para dar a conocer las cocinas regionales de Europa, y no solo en la pérfida Albión.
Su ya clásico libro sobre cocina italiana, La cocina italiana de Jaime, publicado originalmente en 2005, es una joyita, repleta de grandísimas recetas que Oliver fue recogiendo en un largo viaje por el país.
He hecho muchísimas recetas de libro, pero la que más me gusta es una pasta con mejillones que, explica Oliver, preparaba Nonno Contaldo, por entonces un anciano de 96 años vecino del pequeño pueblo de Minori, en la costa amalfitana.
La receta tiene todo lo que uno espera de un gran plato de pasta: unos pocos ingredientes que resultan en una salsa sabrósísima, donde brillan los espeguetis, los linguine (la variedad que se usa en el plato original) o cualquier otra pasta larga.
Lo ideal para este plato es usar mejillones de roca, los más pequeños que encuentres: dan más sabor y son más cómodos para comer la pasta.
Empezamos limpiando bien los mejillones, les quitamos las barbas y los limpiamos bajo el agua.
En una cazuela grande, donde quepa la pasta, calentamos agua con sal hasta que hierva.
Mientras se calienta el agua, en una sartén o cazuela baja grande para la que tengamos tapa, ponemos un poco de aceite de oliva, y lo calentamos a fuego medio. Echamos los dientes de ajos pelados y laminados y un poco de guindilla seca troceada (al gusto) y dos o tres filetes de anchoa (dependiendo de lo grandes que sean). Mientras se va cocinando el ajo y la anchoa, lavamos y cortamos 12 tomates cherry por la mitad y los añadimos a la sartén. Los aplastamos con ayuda de una cuchara o espátula, y dejamos que se cocine la salsa: las anchoas deben deshacerse por completo.
Mientras cocinamos la salsa, el agua estará hirviendo. Cocinamos la pasta al dente, siguiendo las instrucciones del fabricante, aunque la retiraremos un minuto antes de alcanzar el tiempo indicado.
Cuando se hayan desecho las anchoas (lo que llevará menos de 5 minutos) añadimos a la sartén los mejillones, los mezclamos bien con la salsa, y, siempre a fiuego medio, tapamos la sartén o cazuela hasta que se abran todos.
Llegados a este punto, los mejillones estáran listos y la pasta casi al punto. Escurrimos la pasta, reservando un cazo del agua de cocción, y mezclamos todo en uno de los dos recipientes, añadiendo un puñado de perjil fresco picado. Seguimos cocinando a fuego bajo durante uno o dos minutos, hasta que la pasta esté a nuestro gusto. Servimos de inmediato.
Con qué acompañar los espagueti con mejillones
Este plato de pasta es perfecto como plato único, acompañado de un buen vino blanco o rosado. También se puede servir, claro, de primer plato en una comida más copiosa, sirviendo de segundo algún plato de carne o pescado, como alguna de estas recetas italianas.
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