Está claro que la salsa boloñesa es una de las mejores salsas para pasta. Junto con la carbonara, el pesto o la marinara, forma parte del Olimpo de la salsas de la cocina italiana que más utilizamos.
En este caso vamos a hacer una boloñesa clásica que vamos a acompañar una pasta seca y tubular, los tortiglioni, muy parecidos a los rigatoni. Si no tenéis tortiglioni, podéis utilizar los rigatoni o la pasta corta que tengáis en casa.
La clave de hacer una auténtica boloñesa están también añadir caldo de carne, vino tinto y un poco de nata o de leche, a la preparación para cuando se cueza la carne que quede siempre bien tierna.
Claro está que podéis saltaros algún paso, ya que la boloñesa que solemos hacer en España es simplemente cocinar la carne en un poco de salsa de tomate. Pero, si hacéis este paso de volver a guisar la carne en estos líquidos queda de maravilla.
En una cazuela ancha sofreír la panceta y la carne picada, sacar y reservar. En esa misma cazuela pochar las verduras cortadas en paisana 25 minutos.
Mojar con el vino y reducir. Incorporar la salsa de tomate, la salvia, las carnes, el caldo y la nata y hervir a fuego suave 20 minutos más. Poner a punto de sal y pimienta y reservar en caliente.
Cocer los tortiglioni en agua con sal al 4% siete u ocho minutos, según fabricante. Escurrir la pasta y mezcla con la salsa y servir.
Se puede rallar queso parmesano por encima.
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Con qué acompañar los tortiglioni a la boloñesa
Receta de pasta a la boloñesa es bastante contundente, así que simplemente podría pedir un aperitivo de antemano o después una ensalada con la cual acompañarla. También si queréis hacer un postre fácil y rápido sería una buena opción para rematar la faena como una pannacotta.
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