Este es uno de esos platos que, en cuanto lo probéis, quedaréis sorprendidos por su extraordinario sabor. La receta de bacalao con alioli gratinado es de mi madre y aunque lo he intentado, reconozco que como el suyo no me sale, pero supongo que para eso están las madres, en la cocina siempre nos superan.
Lo de desalar bacalao tampoco es santo de mi devoción, pero he probado esta misma receta con bacalao desalado y os aseguro que no es lo mismo. Por eso la única desventaja de este plato es que tiene que organizarse con un poco de antelación, por lo menos con un día, para que el bacalao pueda desalarse bien.
El día anterior, empezamos desalando el bacalao. El tiempo de desalado dependerá de lo gruesos que sean los trozos de pescado. Yo los tuve en remojo un día entero en la nevera, con la piel hacia arriba y cambié el agua tres veces. Si hubieran sido más gruesos los hubiera tenido en remojo el doble de tiempo.
Pelamos la cebolla y la cortamos en rodajas. La freímos en una sartén con aceite. Cuando esté bien dorada, la escurrimos y la repartimos en el fondo de una bandeja que pueda ir al horno. Pelamos las patatas, las cortamos en rodajas, las freímos y a medida que estén las vamos colocando sobre la capa de cebolla. Enharinamos el bacalao y lo freímos también.
Una vez esté listo lo ponemos sobre la capa de patatas. Preparamos un alioli. En un vaso alto para batidora, ponemos los ajos pelados, sal y aceite y los batimos bien. Después, con cuidado para que no se rompan, añadimos los huevos, que deberán quedar tapados por el aceite, y emulsionamos con la batidora, sin levantarla del fondo del vaso.
Repartimos el alioli sobre el pescado y lo gratinamos a horno fuerte hasta que esté bien dorado. Deberemos ir con cuidado, pues en este punto es muy fácil que se queme. Servir inmediatamente.
Con qué acompañar el bacalao con alioli gratinado
Esta receta de bacalao con alioli gratinado llena bastante, por lo que constituye perfectamente un plato completo. Suelo acompañarlo con una ensalada, para compensar un poco. Os aconsejo servirlo caliente, justo después de sacarlo del horno, porque el gratinado de alioli si se enfría pierde un poco.