Menos es más. Esto es justamente lo que vas a pensar cuando hagas y -por supuesto- degustes una ración de chipirones a la plancha. Tiernos, jugosos y delicados, una receta clásica de la gastronomía española que hoy quiero reivindicar. Sencilla de preparar y con garantía de éxito garantizada, sobre todo si los acompañas de un chorrito de aceite de ajo, perejil y limón.
Quizás lo más pesado de esta receta esté en limpiar los chipirones. El proceso es sencillo, pero lleva su tiempo porque, al ser pequeños, hay que repetirlo muchas veces. En cualquier caso es bastante sencillo y, una vez se le coje el punto, la cosa va más rápida. No obstante, siempre pedir que te los limpien en tu pescadería o comprarlos listos para cocinar.
Siempre que los preparo o los pido en algún restaurante forman parte de un tapeo general. Y es que son ideales para picotear y para compartir, aunque están tan buenos que te van a dar ganas de zamparte el plato entero. Para que queden perfectos es clave que compres chipirones de buena calidad y bien frescos, así como que no te pases con el tiempo de cocción. En pocos segundos pasan de tiernos a duros, así que ojo con ello.
Ingredientes
- Chipirones 500 g
- Aceite de oliva virgen extra 250 ml
- Diente de ajo 1
- Perejil fresco 4-5 ramas
- Limón 1
- Sal
Cómo hacer chipirones a la plancha
- Tiempo total 23 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 3 m
Empezamos limpiando los chipirones y, para ello, tiramos de la cabeza hacia fuera y separamos cada chipirón en dos: cuerpo y cabeza (que habrá salido junto con las vísceras). De las cabezas nos quedamos solo con los tentáculos, así que con unas tijeras los cortamos justo por encima de los ojos. El resto lo desechamos.
Vamos ahora con el cuerpo. En su interior se encuentra la pluma, un cartílago fino y alargado, que retiramos con suavidad. Sale muy fácilmente. Después les damos la vuelta, como si fueran calcetines, y limpiamos bien el interior de posibles restos de vísceras o suciedad. Ahora solo queda voltearlos de nuevo, retirar las pieles y listo.
Cuando tengamos todos los chipirones limpios, los lavamos bien con agua fría y los dejamos escurrir el exceso de agua. Después los secamos a conciencia con papel absorbente, esto es clave para que no salpiquen cuando los pongamos en la plancha y, sobre todo, para que no suelten líquido. Por último pasamos los cuerpos y los tentáculos a un plato con un poco de aceite y removemos para que queden bien engrasados por todos lados.
Calentamos bien la plancha a fuego medio alto antes de colocar los chipirones sobre ella, sin apelotonar. Una vez en la plancha no los tocamos hasta el momento de darles la vuelta, es decir, dos minutos después. Entonces los volteamos y los marcamos otro minuto antes de retirarlos de la plancha. Continuamos haciendo el resto de chipirones y los tentáculos.
Hasta ahora no hemos agregado nada de sal porque se la vamos a echar al aliño. Este lo hacemos triturando el aceite de oliva virgen extra, el diente de ajo (pelado), el perejil (solo las hojas), el zumo de limón y un poco de sal hasta obtener un aliño homogénea. Regamos los chipirones con él y los servimos inmediatamente.
Con qué acompañar los chipirones a la plancha
La mejor manera de rematar este plato es preparando un aceite de ajo, perejil y limón (basta con batir todo con una túrmix) y rociarlo por encima. El jugo de los chipirones a la plancha se mezcla con este aliño y el resultado es una salsita que pide mucho pan para rebañar el plato. Sírvelos con una ensalada ligera y fresca, verás qué cosa más rica.
En DAP | Chipirones guisados
En DAP | Chipirones en salsa picante
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios