Tan británico como el football, el Big Ben y los Beefeaters, así es el fish & chips. Este plato de pescado rebozado y frito con sus patatas fritas de guarnición, tremendamente popular en el Reino Unido, es una delicia que os recomendamos probar en algún momento de la vida.
Si no lo podéis catar en su lugar de origen, que sea en vuestras casas y preparando el fish & chips siguiendo nuestra receta. O, mejor dicho, la receta del mediático Jamie Oliver, pues nosotros nos hemos limitado a ejecutarla tal cual. No le hemos cambiado ni una coma.
Trucos para hacer el fish & chips perfecto
Es importante contar con un buen pescado, fresco y de carne firme. Nosotros hemos usado bacalao, pero cualquier otro de carne blanca sirve también. Podéis probar con filetes de merluza, pescadilla o corvina. Quedan deliciosamente jugosos.
Para que el rebozado se adhiera al pescado y forme una capa crujiente, es necesario secar bien el filete y cubrirlo con una fina capa de harina antes de sumergir en la masa. Igualmente, si queremos un rebozado fino, conviene dejarlos escurrir bien antes de freír.
La temperatura adecuada del aceite es 190 ºC. Con ello nos aseguramos que el pescado queda bien cocido y en exterior crujiente, dorado y sin absorber aceite en exceso.
Las patatas fritas (o chips) quedan tiernas por dentro y crujientes por fuera si, como paso previo a la fritura, las cocemos en agua durante unos minutos, después las freímos a fuego moderado y, justo al final, subimos la temperatura.
Precalentamos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Pelamos las patatas y las cortamos en bastones gruesos. Cocemos en una cacerola con abundante agua salada durante cinco minutos. Escurrimos y las colocamos sobre papel absorbente para que se sequen bien.
Mientras tanto preparamos el pescado. Secamos los filetes de bacalao con papel absorbente y los salpimentamos por las dos caras. Tenemos que conseguir retirar el exceso de humedad del pescado, para que quede carnoso.
Mezclamos la harina y la levadura en un recipiente hondo y amplio. Añadimos la cerveza y removemos con unas varillas hasta que no queden grumos.
Espolvoreamos cada filete de pescado con harina, por todos lados, y los sumergimos en la mezcla anterior, sujetando por la cola. Escurrimos el exceso de masa y los introducimos en una sartén con abundante aceite caliente. La temperatura ideal es 190 ºC. Freímos durante dos minutos por cada lado o hasta que el rebozado esté dorado. Trasladamos a un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Mantenemos el pescado caliente dentro del horno mientras freímos las patatas, en el mismo aceite y sartén que hemos usado para el pescado. Cuando las patatas estén doradas, las escurrimos, salamos y servimos inmediatamente junto con los filetes de bacalao rebozados.
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Con qué acompañar el fish & chips
Uno de los acompañamientos más populares del fish & chips es el puré de guisantes o mushy peas. Para prepararlo calentamos abundante agua con sal en una cacerola y, cuando arranque a hervir, introducimos 200 gramos de guisantes congelados. Cocemos unos 4-5 minutos, escurrimos y rehogamos durante un par de minutos en 10 gramos de mantequilla junto con 4-5 hojas de menta y un chorrito de zumo de limón. Después solo queda salpimentar al gusto, triturar y servir.
Para una experiencia más british todavía, podemos salpicar las patatas con un poco de vinagre de malta y acompañar el conjunto con salsa tártara, pepinillos, cebollitas y otros encurtidos. Y otro snack que lo acompaña muy bien son las palomitas de maíz.
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