Receta de mejillones picantes a la mexicana: una manera diferente de cocinar estos moluscos

Receta de mejillones picantes a la mexicana: una manera diferente de cocinar estos moluscos
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Los mejillones son muy comunes en países europeos y su consumo se ha extendido a muchos otros de Latinoamérica. Casi siempre se les come a la hora del aperitivo o combinados como ingredientes de algún platillo más complejo.

Hoy proponemos esta receta de mejillones picantes a la mexicana en la que éstos serán los protagonistas del plato. Los ingredientes son muy básicos y lo único que necesitaréis conseguir es un chile jalapeño y salsa picante Valentina (o algún equivalente como la salsa Tabasco).

Ingredientes

Para 2 personas
  • Mejillones 1 kg
  • Chile jalapeño 1
  • Tomate maduro 1
  • Pimiento verde 1
  • Cebolla 1
  • Cilantro fresco unas hojas
  • Tabasco rojo 15 ml
  • Aceite de oliva virgen extra 30 ml
  • Zumo de limón 1
  • Sal

Cómo hacer mejillones picantes a la mexicana

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 45 m
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 15 m

Si compraste mejillones frescos con en su concha (lo que es mejor) tendrás que ponerlos en una olla con agua hirviendo y sal por unos 5 a 8 minutos. Los drenas y los retiras de la concha. Los pones en una sartén con unas gotas de aceite de oliva, los sazonas con un poco de sal y los salteas por unos 2 a 3 minutos. Reservas.

Picar la cebolla, el chile, el pimiento y el tomate. Calientas aceite de oliva en una sartén grande y sofríes primero la cebolla por un par de minutos. Le añades luego todos los demás ingredientes y revuelves.

Dejas en la lumbre a intensidad media por unos 10 minutos. Agregas finalmente los mejillones, la salsa picante y ajustas la sal de ser necesario. Dejas en la lumbre unos 3 minutos más antes de servir.

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Con qué acompañar los mejillones picantes a la mexicana

Esta receta de mejillones picantes a la mexicana se puede preparar con anticipación y recalentar sin problema alguno. La puedes servir con unas pastas o con tortillas de maíz y hacer algo totalmente diferente. Una cerveza claro y un vino blanco frío combinaría muy bien con esta preparación.

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