Descubrí esta receta de muselina de pescado Wellington en una revista antigua de mi madre y enseguida pensé que sería una buena opción para servir en el menú de fin de año. No me equivoqué, es una receta un poco laboriosa pero vale la pena por el delicioso resultado.
Además, al cortarse en rodajas es una receta que cunde mucho. Creo que si la vuelvo a preparar, la haré en porciones individuales. Me parece que puede quedar un plato muy elegante. Ya os lo contaré.
Hervimos los pescados (merluza y salmón) por separado, los escurrimos, los dejamos enfriar y les quitamos la piel y las espinas. Pelamos y cortamos todas las verduras en cuadraditos (brunoise), las escaldamos en agua hirviendo y las escurrimos.
Colocamos la merluza en un bol grande, la sazonamos y la trituramos con la nata. Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos a la merluza. Reservamos esta mezcla en la nevera para que esté bien fría.
Preparamos la masa, poniendo la harina en un bol y colocando en el centro la mantequilla, el huevo batido, la leche y el agua. Amasamos hasta que quede todo homogéneo. La envolvemos en plástico y la guardamos 15 minutos en la nevera.
Mezclamos la muselina de merluza con las verduras cortadas en brunoise y la trufa picada. Remojamos las hojas de papel de arroz en agua tibia para ablandarlas y las disponemos en forma de rectángulo sobre una superficie de trabajo.
Colocamos en el centro una capa de muselina, disponemos el salmón encima y recubrimos con el resto de muselina, por último pegamos las hojas de papel de arroz con un poco de agua, envolviéndolo todo. Extendemos la masa en forma de rectángulo, retirando previamente 1/4 de la misma para decorar. Disponemos encima la preparación anterior y enrollamos.
Con un cortador especial, hacemos un enrejado con la masa sobrante y cubrimos la preparación. Si no tenemos este cortador podemos decorar con tiras de masa o usando un cortapastas para conseguir formas distintas. Pintamos de huevo batidoy cocemos a horno precalentado a 180º C unos 50 minutos o hasta que quede bien dorado.
Para hacer la salsa, escaldamos el perifollo y el cebollino, los escurrimos, los trituramos y los añadimos a la mayonesa. Troceamos muy menudos los ajos y los agregamos. Servimos la muselina con la salsa.
Con qué acompañar la muselina de pescado Wellington
Serví esta receta de muselina de pescado Wellington no demasiado caliente y con la salsa aparte, para que cada comensal se pudiera servir la cantidad que deseara. Si sobra, puede conservarse en la nevera y calentarse después, o incluso congelarse pues sale mucha cantidad.
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