Tuve la suerte de aprender esta receta de guiso marinero de rape de un auténtico "lobo de mar", acostumbrado a prepararla a bordo de su barco, sin ninguna de las comodidades que tenemos en nuestras cocinas. Reconozco que fue todo un lujo, pues mientras cocinaba me iba explicando un sinfín de anécdotas de sus viajes. Confieso que me lo pasé muy bien.
Según me explicó, suele variar un poco la receta según los ingredientes de los que dispone. Por eso, si tenéis unas gambas o unos mejillones también podéis añadirlos al guiso. A las gambas las freís previamente y las añadís en el último momento para que no se deshagan, los mejillones mejor abrirlos al vapor también previamente. Solo el aroma del plato ya es tentador.
Empezamos pasando el rape por harina, si tenemos el hígado lo guardaremos para utilizar después en la picada. En una cazuela de paredes altas ponemos un poco de aceite y freímos ligeramente el pescado. Lo reservamos.
En el mismo aceite (si es necesario ponemos un poco más) ponemos la mitad de la cabeza de ajos (no es necesario pelarlos, los chafamos con la mano), las patatas, el laurel, el tomate y la cebolla y lo dejamos cocer todo, removiendo para que no se pegue.
En un mortero, preparamos una picada con el perejil, las almendras, el resto de dientes de ajo pelados y el hígado del rape (si lo tenemos). La añadimos a la picada y, aproximadamente, un vaso de vino blanco y otros dos de agua. Lo dejamos hervir hasta que las patatas estén prácticamente hechas.
Por último, añadimos el pescado y más agua si es necesario. Rectificamos de sal y lo dejamos hervir todo hasta que estén el pescado y las patatas confitados. Servir con un poco de alioli.
Con qué acompañar el guiso de rape
Os aconsejo servir esta receta de guiso marinero de rape recién hecha, pues aunque estemos en verano y apetezcan platos más fríos os aseguro que está mejor caliente. Acompañadlo con un alioli (que podéis disolver en el caldo de la receta) y un vino blanco muy frío, quedaréis encantados.