Si pensáis ir de visita a Galicia, no podéis perderos una especialidad de su gastronomía que estoy segura os conquistará. Se trata de la empanada gallega de bacalao con pasas, una de las variedades más desconocidas de las muchas que se preparan por tierras gallegas, pero con una mezcla de sabores deliciosa y sorprendente, no en vano para los gallegos es una de nuestras empanadas favoritas, así lo demuestran en las panaderías pues suele ser la primera que se acaba.
Para hacerla, mucho mimo y buenos ingredientes. Cebollas de la tierra llenas de sabor, un buen bacalao y una masa crujiente y fina, en este caso me he decantado por probar la de Isabel, que he versioneado ligeramente y no me ha defraudado, está deliciosa.
Comenzaremos preparando el relleno. Para eso picamos la cebolla y la sofreímos durante 20 minutos en el aceite a fuego suave, debe quedar blandita y transparente. Mientras en un cazo con agua, hervimos el pescado desalado como os explicamos aquí y lo dejamos cocer tres minutos, lo escurrimos y separamos en lascas.
Cuando esté la cebolla pochada, añadimos el bacalao y las pasas y dejamos cocer todo junto otros cuatro minutos. Escurrimos del aceite y dejamos enfriar, reservando este aceite frío sobrante para la masa.
Para la masa, en un bol añadimos la harina, mezclamos la sal con la leche y agregamos. Añadimos el aceite del sofrito y un huevo ligeramente batido. Vamos formando una bola con las manos, una vez conseguida la tapamos con un paño y la dejamos en reposo 15 minutos antes de usarla.
Una vez pasado el tiempo repartimos la masa a la mitad dejando una parte ligeramente más pequeña que la otra. Estiramos la porción de masa más grande entre dos papeles para horno en forma redonda, la colocamos encima de un molde o bien sobre una bandeja de horno con el papel.
Estiramos la otra parte de la misma manera dejándola un poco más pequeña que la base. Extendemos el relleno encima de esta, tapamos con la otra parte de la masa por encima y remetemos la base haciendo un cordón cerrado con los dedos para evitar que el relleno se salga.
Con unas tijeras cortamos una especie de chimenea, para que la empanada respire y no reviente y con los recortes de masa hacemos unas decoraciones. Pintamos con huevo batido y una pizca de sal, y horneamos en el horno precalentado a 190 grados durante 45 minutos o hasta que la veamos dorada. Retiramos del horno y la pintamos en caliente con el aceite restante del sofrito.
Con qué acompañar la empanada gallega
Exquisita creo que os va a parecer esta empanada gallega de bacalao con pasas, una especialidad que no debéis dejar de probar si vais por Galicia, aunque sino, ahora es buen momento de poneros con esta versión casera que también está deliciosa, ¡Palabra de gallega! Por sí sola es una delicia para el aperitivo, la comida o la cena, acompañada de algo de marisco de temporada o unas conservas, o con una buena ensalada.
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