El salmón marinado me parece uno de los ingredientes más versátiles en la cocina pues, nos saca de un apuro como protagonista de una ensalada, en un plato de pasta, para hacer unos sencillos canapés o incluso una pizza. Es por eso que hoy os traigo una receta para preparar salmón gravlax o a la escandinava, muy sencilla y que seguro le sacáis partido.
El vocablo gravlax procede del sueco y significa enterrado, esta palabra está relacionada con la forma de preparar el salmón que antiguamente tenían por esas tierras. En el medievo este pescado lo elaboraban enterrándolo bajo tierra y añadiéndole eneldo, enebro y una marinada con sal y otros ingredientes, lo envolvían en pieles de animal y lo dejaban hasta que el pescado sufría una fermentación.
Comenzaremos pidiéndole al pescadero que nos prepare un filete de salmón sin su espina, pero con la piel intacta. Una vez en casa, quitarle con unas pinzas aquellas posibles espinitas que se vean en la parte central. Por precaución y para evitar problemas parasitarios congelaremos durante 48 horas el filete limpio.
En un bol mezclamos la sal y el azúcar y añadimos las bayas, la pimienta, los clavos y el eneldo picado. En una bandeja donde nos quepa el salmón extendido ponemos un film en la base y extendemos la mitad de la marinada, colocamos el filete descongelado y limpio con la piel hacia abajo y repartimos el resto de la marinada. Por último añadimos por encima de la sal y el azúcar, el vodka mezclado con el zumo de limón.
Envolvemos todo con film transparente de cocina, y le ponemos otra bandeja encima haciendo de peso ligero. Marinamos de esta manera el salmón durante 48 horas en el frigorífico, dándole una vez la vuelta y vaciándole el líquido que haya soltado a las 24 horas. Una vez que pase el tiempo lo lavamos con agua, lo secamos bien con papel absorbente y lo cortamos en lonchas finas a nuestro gusto.
Con qué acompañar el salmón gravlax
El salmón gravlax es ideal para tomar acompañado de pan y mantequilla, en bagels con queso crema y lechuga o para cualquier otro canapé frío que nos apetezca. Podeis tenerlo bien envuelto en el frigorífico durante un máximo de 15 días.
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