Hace años que preparo arroz con fideos y lo sirvo como guarnición o primer plato, pero hasta hoy no se me había ocurrido compartir la receta ni averiguar un poco más sobre su origen. Siempre la he asociado a la cocina dominicana, donde es tremendamente popular, sin embargo no es aquí donde residen sus raíces sino en Egipto.
Este llamativo plato es parte de la herencia cultural que los emigrantes de medio oriente dejaron en la isla caribeña allá a finales del siglo XIX y principios del XX. El bil shareyah (nombre original) o arroz con fideos es originario de Egipto, aunque muchos otros países vecinos tiene sus versiones. Es una receta económica, rápida y sabrosa que recomendamos al 100%.
Antes de comenzar necesitamos medir la cantidad de agua para que el arroz con fideos no nos quede seco ni demasiado acuoso. Para ello echamos el arroz en una taza, los fideos en otra y comprobamos su volumen. Medimos el doble de volumen de arroz y la misma medida de fideos en agua y reservamos hasta el momento de la cocción.
Pelamos el diente de ajo. Calentamos un poco de aceite en una sartén de unos 24 cm de diámetro y doramos el ajo a fuego suave y volteándolo de vez en cuando. Procuramos que no se tueste en exceso, pues solo queremos que aromatice el aceite. Una vez dorado el diente de ajo, lo retiramos y desechamos.
Incorporamos los fideos a la sartén y los tostamos mientras removemos suavemente. Añadimos el arroz y removemos para que cada grano se impregne bien de aceite. Regamos con el agua reservada, sazonamos y cocemos a fuego medio alto durante cinco minutos. Bajamos el fuego y terminamos de cocer a fuego suave, tapado, durante 15 minutos más. Dejamos reposar cinco minutos antes de servir espolvoreándolo con perejil fresco picado (opcional).
Con qué acompañar el arroz con fideos o bil shareyah
Esta curiosa receta de arroz con fideos o bil shareyah es una guarnición excelente para todo tipo de carnes y pescados. La combinación resulta deliciosa en boca, pues ambos ingredientes casan muy bien tanto en sabor como en texturas. Es una guarnición pesada de la que no conviene abusar, una pequeña cantidad da mucho de sí.
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