Sí, habéis leido bien, por mucho que parezca imposible que mermelada y bacon puedan ir juntos en la misma frase y menos aún en el mismo tarro, existe una receta de mermelada de bacon. No se trata de un producto comercial absurdo, como pudiera ser el agua con sabor a bacon o las tabletas de chocolate y bacon, sino una deliciosa salsa agridulce que enamorará vuestro paladar.
En realidad, más que una mermelada podríamos decir que es más bien una compota, pero en cualquier caso es una receta perfecta tanto para comer sola con unas tostadas como para acompañar carnes, rellenar empanadas o endulzar hamburguesas. Además tiene la ventaja de que se conserva bien varias semanas en la nevera.
La mermelada de bacon es una receta muy sencilla de preparar. La única pega que podemos encontrarle es que requiere de unas dos horas de cocción a fuego lento, pero os aseguro que la espera merecerá la pena.
Lo primero es cortar el bacon en trozos pequeños y dorarlo en una sartén. Una vez crujiente lo reservamos y salteamos en la misma sartén la cebolla bien picada. Cuando empiece a transparentar, añadimos el ajo igualmente picado. Salteamos un poco más, añadimos el vinagre de manzana (también vale cualquier otro vinagre) y dejamos que reduzca.
Después volvemos a añadir en la sartén el bacon junto con el azúcar moreno, el sirope de arce (se puede cambiar por miel), el café, un chorretón de bourbon o brandy, una pizca de comino y otra de pimienta. Removemos bien, bajamos el fuego y dejamos cocer a fuego lento durante casi dos horas, o hasta que veamos que la salsa se ha convertido en una especie de mermelada pegajosa.
A diferencia de las mermeladas convencionales, ésta está más rica tibia, así que no dejéis que se enfríe o es muy probable que los lípidos solidifiquen al fondo y su aspecto no sea tan agradable. Se puede guardar también en un tarro cerrado en la nevera hasta cuatro semanas, aunque como he dicho, conviene calentarla un poco antes de servir.
Tiempo de elaboración | 15 minutos y 2 horas de cocción Dificultad | Fácil
Con qué acompañar la mermelada de bacon
La mermelada de bacon es una explosión de sabor en la boca. Para que os hagáis una idea, es como juntar la cebolla caramelizada con el sabor de los dátiles con bacon. En una simple tostada está espectacular, también combinada con cualquier queso o carne, a modo de guarnición o como relleno de bocadillos, sándwiches, perritos calientes o hamburguesas.