Partiendo de una buena salsa bechamel casera podemos hacer otras salsas derivadas, manteniendo la misma textura espesa y consiguiendo otros sabores. Una de ellas es la salsa mornay, una auténtica delicia con un extra de cremosidad y sabor que se consigue añadiendo yema de huevo y queso rallado.
Lo más tradicional es utilizar queso parmesano y gruyere, ambos rallados, a partes iguales. No obstante nada nos impide combinar los quesos que deseemos o usar solo uno de ellos. En mi caso, por ejemplo, el emmental ha sido el elegido por ser un queso que funde estupendamente.
Da mucho juego en la cocina. Con salsa mornay podemos acompañar pescados, carnes, verduras, huevos mollet o añadir a platosde pasta como lasaña, canelones y otras que requieren de gratinado. Hoy la he usado para napar unos champiñones rellenos y el resultado ha sido exquisito.
Ingredientes
- Mantequilla (para la salsa bechamel) 25 g
- Harina de trigo (para la salsa bechamel) 25 g
- Leche (para la salsa bechamel) 300 ml
- Sal (para la salsa bechamel)
- Pimienta blanca molida (para la salsa bechamel)
- Nuez moscada molida (para la salsa bechamel)
- Yema de huevo 1
- Queso rallado (emmental, gouda, cheddar,...) 50 g
- Nata líquida para cocinar 30 ml
Cómo hacer salsa mornay
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 15 m
Preparamos una salsa bechamel calentando en una sartén la mantequilla a fuego medio. Cuando se haya fundido añadimos la harina, removemos para incorporar y la cocemos durante un par de minutos, sin dejar que tome color, para formar el roux.
A continuación añadimos la leche, poco a poco, al tiempo que removemos para evitar que se formen grumos. Sazonamos al gusto y aderezamos con un poco de pimienta blanca molida y nuez moscada. Cocemos durante 10 minutos, removiendo sin parar con unas varillas hasta que la salsa espese.
Mezclamos en un cuenco la nata con la yema de huevo y lo incorporamos a la sartén con la salsa bechamel. Continuamos batiendo con las varillas mientras cocemos el conjunto un minuto más a fuego suave.
Retiramos la sartén del fuego e incorporamos el queso rallado, mezclando bien. Una vez que el queso se haya fundido e incorporado a la salsa, rectificamos de sal y pimienta si fuera necesario. Ya tenemos nuestra salsa lista para usar.
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Con qué usar la salsa mornay
Ahora que ya sabes cómo hacer la salsa mornay, falta pensar en qué recetas puedes utilizarla. Probar a usarla como base de unas croquetas, -aquí tienes un montón de recetas de croquetas para disfrutar- o para napar verduras y gratinarlas, para hacer mousaka griega, entre otras muchas aplicaciones.
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