¡Salsa! Una de las mejores músicas para bailar y un aliado imprescindible en cocina. No hay casa que no tenga en el frigorífico algún bote de kétchup, mostaza, o mayonesa, pero hay otras salsas, diría que mucho más versátiles, que conviene tener siempre a mano para mejorar cualquier plato.
Muchas veces, la diferencia entre una cena triste y un plato con el que acabar el día a lo grande reside en una sencilla salsa casera, ya sea para añadir a un sándwich, dar vidilla al pescado o carne a la plancha o, incluso, acompañar una pasta.
Lo bueno de estas salsas es que, además de ser fáciles de hacer, se pueden elaborar en grandes cantidades y conservar durante semanas.
1. Adobo de chile verde
Esta salsa la conocí en un libro del estadounidense Rick Bayless, uno de los más conocidos embajadores de la cocina mexicana en Estados Unidos, y desde entonces no he dejado de prepararla. Es súper sencilla de elaborar, barata y, como tiene mucho aceite e ingredientes cocinados, aguanta en buen estado en la nevera durante todo un mes.
La receta no tiene cantidades concretas, solo debemos asar en una sartén unos dientes de ajo y unos chiles verdes serranos, más o menos en función de que nos guste más o menos el picante, y mezclarlos con perejil y cilantro fresco, a partes iguales, en un procesador de alimentos, junto al aceite y la sal .
Receta completa | Adobo de chile verde
2. Salsa básica de queso
Esta es la receta de queso típica para mojar los nachos, pero además de esto funciona de maravilla en sándwiches, pastas o como acompañamiento de una carne a la plancha. A diferencia del resto de salsas de la selección, esta se sirve caliente, pero si nos sobra se puede guardar en la nevera y calentar en el microondas en medio minuto.
Para hacerla vamos a rallar un cuarto de kilo de queso cheddar madurado, o cualquier otro queso que funda bien y nos guste en un cazito Agregamos después 2 cucharaditas de Maicena y mezclamos. Añadimos un bote pequeño de leche evaporada y salsa picante al gusto (lo tradicional es usar Tabasco). Cocine entonces el queso a fuego medio, batiendo constantemente, hasta que se derrita por completo, la salsa esté espesa y suave, y burbujee alrededor de los bordes. Esto nos llevará de 5 a 7 minutos. Prueba y corrige de sal si es necesario y utilízala de inmediato o caliéntala de nuevo cuando la necesites.
Enlace a la receta | Cómo hacer salsa de queso
3. Chimichurri
He dejado para el final la salsa más conocida, pero que en España no solemos consumir con frecuencia y, mucho menos, hacer casera. Cierto es que venden en los supermercados todas las hierbas secas típicas del chimichurri, que basta mezclar con aceite, sal, pimienta y vinagre para tener una rica salsa. Pero el chimichurri gana enteros si usamos algunas hierbas frescas, al menos perejil y cilantro.
Para elaborarlo desde cero, primero debemos poner los ingredientes secos en un bol, tres dientes de ajo muy picados, agregando agua caliente para rehidratar las hierbas. Hay muchas recetas de chimichurri, y se pueden usar multitud de hierbas, pero nosotros solemos meter siempre tomillo, romero y orégano y, si tenemos, mejorana y albahaca. Además, guindilla de cayena en copos y comino y pimentón molidos.
Sistema Confección de 4 Contenedores de Comida
Añadimos unas cuantas vueltas de pimienta negra recién molida, una cucharadita de sal y removemos bien. A continuación incorporamos también 50 ml de vinagre y 150 ml aceite de oliva virgen extra, y dejamos reposar unos 15 minutos hasta que la salsa se quede a temperatura ambiente. Entonces añadimos un puñado de perejil y otro de cilantro frescos bien picado. Removemos enérgicamente, corregimos de sal y listo.
Enlace a la receta | Salsa chimichurri
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