Las cremas no son solo para el invierno. Si las servimos templadas, incluso frías, se pueden disfrutar también durante los meses de calor. Especialmente si son ligeras como esta crema de espárragos verdes y queso Parmesano. Un clásico donde los haya, sencilla de elaborar pero siempre un éxito entre los míos.
La presentación en vasitos, con tanta parafernalia en la superficie, puede resultar un tanto salvaje. Si lo preferís porque os tira más lo tradicional, os recomiendo servir esta crema de espárragos verdes y queso Parmesano en plato hondo, con un chorrito de nata líquida en el centro, unos croutons y las puntas de los espárragos como decoración.
Comenzamos lavando bien los espárragos bajo un chorro de agua fría. Retiramos sus puntas, cortando a unos tres centímetros de los extremos, y reservamos. Retiramos la parte contraria y la desechamos. Retiramos piel de la mitad inferior de cada espárrago con un pelador. Cortamos los tallos en trozos de unos dos centímetros.
En un cacito pequeño, hervimos agua con media cucharadita de bicarbonato. Cocemos las puntas de los espárragos durante 4 minutos o hasta que estén al dente. Inmediatamente después, las retiramos del agua (que no tiraremos) y las introducimos en un recipiente con agua helada para cortar el hervor. Escurrimos, secamos y reservamos.
Pelamos y picamos la cebolla. Calentamos la mantequilla en una cazuela y pochamos en ella la cebolla picada durante cinco minutos. Añadimos los espárragos y los rehogamos durante cinco minutos más. Agregamos la leche y 100 ml del agua de hervir las puntas de los espárragos (o, en su defecto, caldo de verduras). Salpimentamos y hervimos a fuego suave durante 20 minutos.
Trasladamos la mezcla al vaso de una batidora o robot de cocina, agregamos el queso parmesano rallado y trituramos hasta obtener una crema suave, sin hebras ni restos de espárrago o cebolla. Dejamos atemperar antes de servir en vasitos, decorada con cebolla frita crujiente y verduras varias al vapor o como más nos guste.
Con qué acompañar la crema de espárragos verdes y queso Parmesano
Recomiendo tener mucho cuidado al salpimentar esta crema de espárragos verdes y queso Parmesano ya que, este último, tiene un sabor potente y podríamos pasarnos de sabrosa con facilidad. Su suavidad la hace muy adecuada para degustar como entrante de cualquier tipo de comida o cena. Nos abrirá el apetito sin notarlo.
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