A medio camino entre una cremita ligera y una sopa, esta crema suave de zanahoria con langostinos y brotes tiernos creo que os va a encantar como plato de cuchara para el otoño. Los platos de cuchara sencillos resultan perfectos para resolver una cena o un entrante a la hora de la comida sin mucho esfuerzo, y con esta receta vais a tenerlo resuelto pues es un plato reconfortante, pero muy fácil de preparar.
En esta ocasión a la crema le he incorporado un toque de citronella, que podéis encontrar en supermercados de alimentación asiáticos, y que le aporta frescor y una buena combinación con el marisco que hemos añadido.
Para preparar la crema comenzaremos picando el diente de ajo y las cebolletas. Cortamos las zanahorias en rodajas, y pelamos de su primera capa el tallo de citronella.
Ponemos una cazuela al fuego con el aceite de oliva y salteamos la cebolleta, el ajo y la citronella. Cuando esté transparente añadimos la zanahoria y un dedo de agua, tapamos la olla y cocemos durante 10 minutos.
Una vez que pase el tiempo, añadimos el caldo y seguimos cociendo durante otros 30 minutos, también con la cazuela tapada. Una vez cocida la zanahoria, trituramos bien y pasamos por un chino y salpimentamos. Reservamos caliente.
Cocemos durante dos minutos los langostinos en agua con sal, los pelamos. Repartimos la crema en seis boles y le añadimos dos langostinos a cada ración, unas rodajas de rabanito fresco, tallos de cebollino y unos brotes de alfalfa. Servimos rápidamente.
Con qué acompañar la crema suave de zanahoria con langostinos y brotes
Esta crema suave de zanahoria con langostinos y brotes tiernos resulta un plato reconfortante y muy suave para toda la familia. Además, al llevar más ingredientes que simplemente una crema clásica, resulta perfecta para servir como un entrante algo más especial visualmente, pero sin apenas trabajar más tiempo en la cocina.
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