Esta quiche de puerros, cebolla y beicon es un plato sencillo, jugoso y con mucho sabor que suele gustar mucho a quien la prueba. Se puede servir caliente, recién horneada, templada y reposada o dejar que se enfríe y a temperatura ambiente. El reposo le sienta muy bien, así que os recomiendo prepararla con antelación.
En caso de no comer carne, podemos prescindir del beicon perfectamente. Lo tradicional es usar nata líquida como elemento lácteo, aunque también se puede utilizar yogur natural, queso crema o, incluso, leche. Echa mano de lo que tengas en la nevera, porque te quedará igualmente rica.
Y sobre la masa. Siempre me decanto por hacerla en casa antes que comprar una lámina de masa quebrada en el supermercado. La diferencia es considerable, aunque hay que reconocer que es muy cómodo que nos la den hecha. Yo, por si las moscas, te explico cómo hacerla y ya tu decides. Sea como fuere, no dejes de hacer esta receta porque te va a traer muchas alegrías.
Ingredientes
- Cebolla 1
- Puerro 2
- Bacon 50 g
- Aceite de oliva virgen extra
- Queso rallado tipo emental 100 g
- Leche 200 ml
- Queso crema 150 g
- Huevo 4
- Sal
- Pimienta negra molida
- Mostaza de Dijon 5 g
- Harina de trigo (para la masa) 200 g
- Mantequilla muy fría (para la masa) 100 g
- Agua muy fría (para la masa) 70 ml
Cómo hacer quiche de puerros, cebolla y bacón
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 15 m
- Cocción 45 m
Empezamos preparando la masa quebrada. Hacemos un volcán con la harina y añadimos un pellizco de sal y la mantequilla, que habrá de estar muy fría, cortada en dados. Trabajamos con las yemas de los dedos hasta que no se noten trozos de mantequilla.
Hacemos un hueco en el centro y añadimos el agua (bien fría) y mezclamos hasta conseguir una masa homogénea, sin pasarnos con el amasado para que no nos quede una masa dura. Envolvemos la masa en papel film, la aplastamos ligeramente y la dejamos reposar durante 30 minutos en la nevera.
Mientras tanto preparamos el relleno. Para ello lavamos los puerros y retiramos las partes verdes (reservando para otras elaboraciones), los cortamos a lo largo, por la mitad, y después en tiras finas. Pelamos y picamos la cebolla. Picamos el beicon finamente.
Calentamos un poco de aceite en una sartén y pochamos la cebolla y el puerro hasta que estén tiernos, unos 10 minutos. Agregamos el baicon y rehogamos un par de minutos más. Atemperamos. Mientras tanto, batimos los huevos junto con el queso crema, la leche, el queso rallado y mostaza. Salpimentamos al gusto.
Extendemos la masa ya fría y reposada sobre una mesa con un poco de harina, para que no se nos pegue, usando un rodillo. Forramos con ella la base y laterales de un molde de 22 cm, retirando el exceso. Volcamos la mezcla de puerro, cebolla y beicon en su interior. Añadimos la mezcla de huevo y queso.
Introducimos el molde en el horno, precalentado a 190ºC con calor en la parte de abajo. Lo colocamos en el suelo del horno para que el calor llegue directo a la masa y la base no quede cruda. Después de 30 minutos, cambiamos a calor arriba y abajo y subimos el molde al centro del horno. Cocemos 15 minutos más o hasta que la superficie se vea dorada. Dejamos reposar unos minutos antes de desmoldar y servir.
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Con qué acompañar la quiche de puerros, cebolla y beicon
La combinación de puerro, cebolla y beicon encuentra un equilibrio perfecto en esta quiche, una elaboración deliciosa y jugosa que combina muy bien con una ensalada de hojas verdes. Es una solución elegante a una comida o cena de diario y una elaboración muy adecuada para incluir en un bufé de celebración.
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