Lo de esta ensalada de coliflor ha sido un flechazo. Se trata de una receta básica y sencilla, pero sorprendente. Personalmente, creo que puede hacer cambiar de opinión a los poco aficionados a esta crucífera. El añadido de huevo duro y la vinagreta de mostaza son un acierto que hace de este plato un bocado irresistible en cuyas redes vas a caer al primer mordisco.
Es tremendamente versátil. A esta ensalada le podemos añadir encurtidos, cebolla picada, tacos de jamón o queso, frutos secos y mucho más. Se puede versionar de múltiples maneras, tantas como imaginación tengas o ingredientes quieras utilizar. Es una gran receta vacía neveras.
Queda deliciosa con la coliflor en crudo, pues tiene un punto de frescor y un crujiente que es insuperable. A mi es como más me gusta, además de ahorrarme tiempo de preparación y electricidad. No obstante, yo la he cocido ligeramente al vapor, dejándola al dente, y es que al público que tengo en casa lo de comerla cruda como que no. Hazla como mejor te encaje, pero hazla. Verás qué cosa más buena.
Limpiamos bien la coliflor, retirando las hojas y la base. La lavamos y la introducimos en el interior de una olla con un cestillo de vapor. Agregamos un par de vasos de agua, asegurando que no entra en contacto con la coliflor, y la llevamos al fuego. Calentamos hasta que el agua empiece a hervir, pero de manera suave. Tapamos la olla y cocemos al vapor durante 10 minutos, suficiente para que quede al dente.
Al mismo tiempo calentamos abundante agua en un cazo y, cuando empiece a hervir, introducimos los huevos. Los cocemos durante 12 minutos y los refrescamos inmediatamente en un recipiente con agua helada. Después los pelamos y los picamos.
Dejamos que la coliflor se atempere antes de cortarla en floretes. Si no queremos usar los tallos y el tronco para la ensalada, los podemos guardar en la nevera y utilizar al día siguiente para hacer una crema, una tortilla o, simplemente, para saltear con un poquito de ajo y vinagre.
Preparamos una vinagreta mezclando el aceite con el vinagre, la mostaza, sal y pimienta negra al gusto. La idea es que quede bien emulsionada y con textura cremosa, tal y como se aprecia en las fotos del paso a paso. Para ello introducimos todo en un bol y batimos con unas varillas. En menos de un minuto estará lista.
Ahora solo queda mezclar los floretes de coliflor con el huevo y la vinagreta de mostaza y disfrutar. En caso de no consumir la ensalada en el momento, la podemos guardar en la nevera. Aguanta en perfecto estado varios días. Eso sí, dentro de un recipiente hermético.
Con qué acompañar la ensalada de coliflor
Esta ensalada de coliflor se puede servir como entrante de una comida completa, seguida de una carne, un pescado u otro plato más contundente. Aunque también es una guarnición fabulosa y, por qué no, un plato único ideal para un almuerzo ligero. En este caso, recomiendo acompañarla de buen pan y terminar el menú con una pieza de fruta.
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