Los calabacines están cada día más sabrosos, así que aprovechamos para preparar con ellos esta deliciosa y completa receta. Con un plato de este gratén de patata y calabacín con salsa aurora puedes dejar el estómago más que satisfecho y necesitar solo algo de postre para completar el menú de la comida. Aunque si eres de buen comer, quizás lo puedas servir como primer plato.
Para ir más rápido en la cocina, hemos usado una mandolina. Es uno de nuestros utensilios favoritos. No solo aligera mucho el proceso previo al cocinado, sino que las láminas de calabacín y patata quedan del mismo grosor. Y esto se traduce en una cocción perfecta y homogénea de las hortalizas.
Teníamos unas cuantas patatas moradas en la despensa a las que dar salida y este ha sido su destino, pero se puede usar cualquier tipo de patata. Es más, se puede añadir también berenjena, zanahoria, calabaza, yuca, boniato o cualquier otra verdura que tengáis a mano.
Fundimos la mantequilla y el aceite en una cacerola o sartén y tostamos en ella la harina durante un minuto, removiendo para formar un roux. Vertemos la leche caliente y batimos con varillas. Cocemos a fuego suave hasta que espese, sin dejar de remover. Añadimos sal, pimienta y la salsa de tomate. Removemos para integrar.
Lavamos y despuntamos los calabacines. Pelamos las patatas. Cortamos ambas hortalizas en rodajas finas. Cubrimos el fondo de una fuente con un poco de salsa Aurora y colocamos una capa de patatas encima, salpimentamos y cubrimos con otra capa de calabacín. Espolvoreamos con queso rallado y repetimos la operación hasta que se acaben los ingredientes. Salsa, patata, sal, pimienta, calabacín y queso rallado.
Cubrimos con una capa de queso rallado y cocemos en el horno, precalentado con calor arriba y abajo a 180ºC, durante 40-45 minutos aproximadamente o hasta que el pastel esté tierno y la superficie dorada. Retiramos y esperamos unos minutos antes de servir.
Con qué acompañar el gratén de patata y calabacín con salsa Aurora
Este gratén de patata y calabacín con salsa Aurora es un plato muy completo y delicioso, perfecto para servir como plato único. Una pieza de fruta para rematar la comida y el estómago quedará más que saciado.
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