¡Ay, las patatas! En DAP tenemos todo tipo de recetas con ellas como protagonista: patatas fritas, patatas fondant, patatas asadas en el horno, entre otras. Hoy sumamos una receta más a la larga lista que es sencilla y da mucho juego. Se trata de las patatas al vapor, una guarnición excelente que casa de maravilla con todo (o casi).
Tan ricas como muchas otras, pero con menos carga calórica. No llevan más condimento que un poco de sal y pimienta, aunque un chorrito de aceite de oliva virgen extra aporta un toque de sabor muy especial. Pero, si las queremos mantener ligeras, lo ideal es prescindir de ello.
Se pueden hacer con antelación, ya sea unas horas previas o hasta un par de días antes (en cuyo caso es necesario guardarlas en la nevera), y calentarlas en el momento de servir. Yo las he servido con brócoli rebozado y un poco de salsa de tomate, pero van bien con carnes, pescados, huevos y mucho más.
Pelamos las patatas y las cortamos en cuatro trozos iguales. Primero por la mitad y después, cada mitad en dos cuartos. Cuanto más similar sea el tamaño, mejor. Así se harán todas ellas en el mismo tiempo y cogerán el mismo punto de cocción.
Calentamos un par de dedos de agua en una cacerola y, cuando alcance el punto de hervor, bajamos el fuego y lo mantenemos suave. Colocamos en su interior una vaporera con las patatas. Yo he usado la que viene con la olla a presión, apoyada en el trípode o puente para evitar que el agua entre en contacto con las patatas.
Dependiendo del tamaño de las patatas y de lo nuevas o viejas que sean, tardarán más o menos minutos en estar listas. Yo he necesitado 20 minutos, pero lo ideal para asegurar que están en su punto es introducir una brocheta. Si entra con facilidad hasta en centro, ya las tenemos. Si no es el caso, las dejamos unos minutos más.
En cualquier caso, una vez listas las patatas las retiramos de la cacerola y las condimentamos con sal y pimienta negra. Las podemos servir en el momento, en cuyo caso podemos añadir también un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Si las vamos a consumir más adelante, las dejamos enfriar y las guardamos en la nevera en un recipiente hermético.
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Con qué acompañar las patatas al vapor
Como mencionado más arriba, las patatas al vapor son una guarnición que va con cualquier plato. Ya sea carnes, pescados, mariscos, huevos, verduras,...estas patatas no fallan. Se pueden disfrutar también por sí solas, condimentadas con sal, pimienta negra y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
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