Poco a poco, la cocina india se está abriendo paso entre la variada oferta gastronómica de la capital. Prueba de ello es Tilk, el nuevo restaurante indio que aterriza en Madrid para conquistar nuestros paladares. Traspasar su puerta supone adentrarse en el universo gastronómico de la India, a través de los exquisitos platos traídos de todas las zonas del país.
Al frente de Tilk se encuentran Sonia Karani y Andrés González, una encantadora pareja con una filosofía de trabajo muy clara en la que la calidad, en el más amplio sentido de la palabra, está por encima de todo. Durante la hora y poco que duró mi tiempo de comida, no sólo disfruté de un magnífico menú, sino también de un excelente servicio. No en todos sitios se siente una como en casa. Aquí, si.
El espacio
Ubicado en el barrio de Hispanoamérica, junto a la Plaza República del Ecuador y muy cerca de la parada de metro Colombia. Tilk ocupa el local de un antiguo restaurante de cocina gallega, lo que se refleja en la fachada y la construcción interior. Sin embargo, la decoración del local es sutil, funcional y tiene un corte claramente indio.
El restaurante cuenta con dos comedores, uno a la entrada y otro en la parte posterior. El primero es luminoso, los amplios ventanales de la fachada lo inundan de luz natural. El segundo es tranquilo e íntimo. Así mismo, la entrada cuenta con una pequeña barra en la que poder tomar una bebida en caso de tener que esperar a tomar mesa, un detalle de lo más acertado.
La oferta gastronómica
Creo que no tiene mucho sentido enumerar los platos que degusté en Tilk, aunque si diré que todos estaban exquisitos y perfectamente ejecutados. Mi preferido fue un cordero lechal asado al horno tandoori que me dejó desarmada. Y esto, viniendo de alguien a quien no le apasiona la carne de cordero, es bastante significativo. Ahí queda.
La oferta gastronómica es fiel reflejo del panorama gastronómico moderno y actual de la India, donde Sonia pasó un mes estudiando y aprendiendo las tendencias gastronómicas de su país de la mano de los chefs más punteros. Buena materia prima, que requiere de menos especias y menos picante para brillar en sus elaboraciones, y muchas verduras en forma de variados platos vegetarianos.
La carta de Tilk también da cabida a la comida tradicional, esa en la que las especias y el picante son los que mandan. No obstante, quienes no son especialmente aficionados a los sabores fuertes pueden pedir que el equipo de cocina adapte las elaboraciones a sus gustos. No hay más que decirlo y los deseos se harán realidad.
El servicio
Si hay algo ligeramente negativo que pueda escribir sobre Tilk, tiene que ver con el servicio y con la velocidad con la que los platos fueron llegando a nuestra mesa. Hubiera deseado que fuera más rápida. Quiero achacarlo al poco tiempo de funcionamiento del restaurante y creo, honestamente, que el tiempo y el rodaje conseguirán que este punto mejore.
Al margen de esto, el trato recibido por parte de todo el equipo fue excepcional, atento y muy personal. Como mencionado anteriormente, desde el momento en que cruzamos la puerta de entrada, Sonia y Andrés nos hicieron sentir como en nuestra propia casa. Tanto que, al irnos, nos dieron ganas de despedirnos de ellos con un par de besos. Prometimos volver y esperamos que sea muy pronto.
En resumen, Tilk es un restaurante que merece la pena visitar. Quienes conocéis la cocina india os sorprenderéis con su novedosa cocina. Quienes no la conocéis, disfrutaréis de la suavidad de sus platos, de la armonía de sus sabores y de los aromas que los acompañan. Supondrá una apertura de horizontes, un viaje por el exótico universo gastronómico de la India más actual y moderna.
Restaurante Tilk
Calle Oruro, 11
28016 Madrid
Reservas por teléfono: 917 525 537
Reservas por internet: reservas@restaurantetilk.es
Precio medio 35-45€
Imágenes | Restaurante Tilk
En Directo al paladar | Tandoori Station, auténtica cocina hindú en Madrid
En Directo al paladar | Restaurante Las Raíces del Wellington, un oasis urbano perfecto para disfrutones