La adicción a la comida existe, sólo que no podemos eliminar los alimentos de nuestra vida porque los necesitamos como fuentes de nutrientes. Entonces, la clave está en reconocer los alimentos que pueden generar adicción como los que te mostramos a continuación.
Azúcar de mesa
La carga glucémica de un alimento, y su rápida metabolización, son factores que influyen en el poder adictivo de los alimentos según se ha comprobado.
Tal es así que el azúcar de mesa es uno de los alimentos más adictivos que podemos consumir, al igual que otras fuentes de azúcares libres o añadidos como la miel, los siropes o jarabes.
Lo recomendable es limitar su consumo siempre que sea posible, pudiendo usar en su reemplazo edulcorantes hasta reducir el umbral de dulzor o la apetencia por el dulce en nuestro cuerpo.
Refrescos y bebidas de cola
Con azúcar o sin azúcar, estos alimentos de sabor dulce tienen además cafeína que incrementa su poder adictivo.
Así, si bien todos los refrescos azucarados pueden generar adicción, peor aun son los de cola por sus componentes derivados de la cafeína que estimulan el sistema nervioso central y por ello nos incentivan a desear más y más.
Bollería industrial (incluidas las galletas dulces y crackers)
Tanto un bollo como una galleta dulce crujiente o una galleta salada o cracker puede resultar adictiva, pues no sólo ofrecen azúcares o harinas refinadas que se metabolizan rápidamente sino también, son alimentos altamente procesados y este es otro factor asociado a la adicción.
Además, suelen tener grasas y sodio que son otros componentes adictivos de los alimentos. Y ello sumado a la textura crujiente de las galletas, puede agravar la situación estimulando su consumo y deseando siempre más.
Golosinas diversas
Por su contenido en hidratos simples o azúcares añadidos, las golosinas en general suelen generar adicción y si acostumbramos a su consumo cada día, podemos engancharnos más y más.
Lo recomendable es sustituirlas por frutas u opciones que sacien tales como uvas pasas, orejones de melocotón o similares que poseen fibra y demandan mayor trabajo digestivo.
Patatas fritas de bolsa
Entre los snacks comerciales encontramos muchas alternativas adictivas, pero las patatas fritas de bolsa son la combinación perfecta de almidones que se asimilan fácil en nuestro cuerpo, sodio y grasas con textura crujiente.
Así, fácilmente podemos evidenciar que no es posible comer una sola y que hasta que no vemos el envase vacío no nos podemos detener.
Lo recomendable es consumir en su reemplazo opciones no fritas como unos chips al horno, y sin sal. También frutos secos especiados o pipas son alternativas saludables.
Chocolate azucarado
El chocolate que incluye leche, el chocolate blanco o el chocolate con bajo porcentaje de cacao y azúcar añadido es una opción que puede resultar muy adictiva por tener teobromina y azúcar libre.
Lo mejor es optar por un chocolate negro con alto grado de pureza y sin azúcar agregado, pues tiene mayor poder saciante, resulta menos adictivo y además, aporta más antioxidantes y minerales propios del cacao.
Palitos de maíz fritos u otros snacks fritos y salados
Al igual que las patatas fritas de bolsa, los snacks fritos y salados resultan muy adictivos por su contenido en grasas y sodio junto a su textura crujiente.
Asimismo, muchos poseen almidón en su interior y por lo tanto, no sacian en absoluto sino que nos empujan a comer más y más.
Lo más aconsejable en su reemplazo son los snacks horneados o frutos secos y semillas tostados y especiados.
Helados
Si bien la mayoría se elabora a base de leche que ofrece proteínas de calidad, los helados también son ricos en azúcares y grasas que de forma combinada estimulan la adicción.
Lo más recomendable es optar por helados caseros, sin azúcar añadido.
Fiambres y embutidos
Los fiambres y embutidos son muy concentrados en sal y grasas pero también, muchos incluyen azúcar o harinas refinadas en su interior. Así, son carnes procesadas y forman parte de los ultraprocesados que siempre es mejor evitar.
Son un alimento muy apetecible y por lo tanto, pueden generar adicción sin aportarnos nutrientes de calidad. Lo aconsejable es usar en su reemplazo carnes frescas, cocidas y fileteadas como puede ser pechuga de pavo o pollo.
Cereales azucarados
Su textura crujiente, su contenido elevado en azúcares (aun en cereales "fitness") y su bajo aporte de proteínas y muchas veces de fibra hacen que estos alimentos resulten muy adictivos, sobre todo para los niños.
Los cereales comerciales siempre deberían evitarse pudiendo optar por avena, cuscús integral, quinoa inflada o similares sin azúcar añadido para incluir en nuestros desayunos.
Comida rápida: pizza, hamburguesas y otras
Como otros ultraprocesados de esta lista, la pizza, hamburguesas y otras comidas rápidas se encuentran entre los alimentos más adictivos que podemos consumir debido a sus hidratos fáciles de asimilar, grasas y alto contenido en sodio.
El bajo aporte de fibra y otros nutrientes que sacian son los que convierten a la comida rápida en una opción que debemos evitar para no engancharnos en demasía.
Estos son 11 alimentos que pueden generar adicción y que recomendamos reducir al máximo en nuestra dieta habitual si queremos cuidar la salud mediante lo que comemos.
Imagen | iStock, Unsplash y Pixabay
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