El azúcar libre o añadido es uno de los principales enemigos de nuestra dieta y se recomienda reducir su consumo a menos del 10% de las calorías diarias. Te contamos cuáles son las razones para evitar el azúcar en tu dieta habitual, más allá del cuidado del peso corporal.
Azúcar: poco más que calorías
Los azúcares libres o añadidos son aquellos que se absorben fácilmente, alcanzando con rapidez el torrente sanguíneo y así, no saciando en absoluto sino por el contrario, contribuyendo al exceso de peso y grasa corporal.
Por otro lado, azúcar de mesa, siropes, jarabes y miel son fuentes concentradas de calorías con escasos o nulos nutrientes de calidad para el organismo. Es decir, son calorías vacías que nuestro cuerpo no requiere en absoluto.
Éstas ya son razones suficientes para evitar los azúcares libres o añadidos. Sin embargo, más allá del impacto que pueden tener en nuestro peso corporal por ser fuente de calorías y poco más, revelamos otros motivos por los cuales es recomendable reducir el azúcar en la mesa diaria.
Otras razones para evitar o reducir el azúcar en la dieta habitual
Más allá de ser ingredientes de escasa calidad nutricional y fuentes de calorías sin más para el organismo, dejamos otras razones para reducir el azúcar en la dieta habitual:
Incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades bucodentales
La presencia excesiva de azúcar en la dieta habitual puede condicionar la salud bucodental ya que los azúcares son el sustrato perfecto para el desarrollo de caries.
Por otro lado, también pueden exacerbar enfermedades infecciosas bucales y periodontales, y contribuir a la erosión del esmalte dental, razón por la cual se aconseja reducir al máximo el azúcar en la dieta habitual e intentar que los alimentos que contengan azúcares libres se limiten a un máximo de cuatro veces al día.
Predispone a tener problemas de memoria
Los azúcares libres o añadidos son como una droga en nuestro cerebro: resultan adictivos y cada día necesitamos mayores proporciones para conformarnos tras su ingesta.
Si bien ésto va de la mano de su efecto placentero en el organismo, se sabe por investigaciones recientes que su consumo en niveles elevados reduce las habilidades cognitivas del cerebro y predispone a la pérdida de memoria.
Por esta razón también, se considera que una ingesta elevada de azúcar incrementa el riesgo de sufrir Alzheimer o demencia.
Aumenta las probabilidades de tener cáncer
El cáncer es una enfermedad estrechamente vinculada a nuestros hábitos de vida. Tal es así que un consumo excesivo de azúcar incrementa el riesgo de padecer está patología.
Asimismo, hay estudios que señalan que el consumo habitual de azúcar puede agravar síntomas y acelerar el avance de esta enfermedad, razón por la cual tanto para prevenir como para controlar el cáncer se recomienda reducir al máximo la ingesta de azúcares libres y añadidos.
Favorece al desarrollo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares
Aunque siempre el responsable número uno de la hipertensión ha sido el sodio de nuestra dieta, se sabe que el azúcar que consumimos puede tener aún más peso en el desarrollo de esta patología.
Al parecer, el azúcar disminuye la concentración de un compuesto vasodilatador, aumenta la frecuencia cardíaca y propicia la retención renal de sodio, razón por la cual incrementa las probabilidades de sufrir hipertensión arterial así como también otras enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, se ha observado una reducción de factores de riesgo cardiovascular en quienes llevan una dieta más sana con cambios que incluyen la reducción en el consumo de azúcares libres o añadidos.
Incrementa los triglicéridos y el colesterol en sangre
Las grasas han sido consideradas durante mucho tiempo enemigas de una buena salud metabólica. No obstante, hoy se sabe que el azúcar podría tener aún más peso en la misma.
Esto es debido a que un consumo elevado de azúcar incentiva la producción en el hígado de triglicéridos e incrementa los niveles de colesterol favoreciendo de esta forma las dislipemias que constituyen un factor de riesgo cardiovascular además de una condición que es importante controlar para proteger la salud.
Por esta razón, hoy se considera más útil reducir la ingesta de azúcares cuando tenemos el colesterol alto, que moderar el consumo de grasas saturadas y colesterol.
Predispone al desarrollo de acné
Si bien durante mucho tiempo las grasas eran las responsables de los molestos granitos que caracterizan al acné, se ha comprobado que una dieta de bajo índice glucémico es la clave para controlar esta condición.
Así, si queremos moderar o prevenir el desarrollo de acné que se exacerba a causa de una mayor liberación de insulina en el organismo, es de mucha ayuda evitar el azúcar libre o añadido en la dieta habitual.
Puede perjudicar la salud ósea
Para mantener unos huesos sanos no solo es importante cuidar la ingesta de calcio y la vitamina D sino también de factores que pueden estropear el metabolismo óseo.
Los estudios señalan que es aconsejable reducir los azúcares libres o añadidos en la dieta habitual para prevenir y controlar la osteoporosis y otros problemas de salud en los huesos, muchos de ellos relacionados indirectamente con el consumo de azúcar como por ejemplo la artrosis en la cual interviene el exceso de peso corporal.
Promueve y acelera el envejecimiento
Un exceso de azúcar no sólo puede perjudicar la calidad de vida al incrementar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades, sino también puede acelerar el envejecimiento y los signos propios del mismo, según se ha comprobado.
Esto es debido a que un exceso de azúcar en la mesa diaria puede propiciar incrementos bruscos de glucosa en sangre e incentivar la glicacion y el daño de células de nuestro cuerpo.
Éstas son las razones por las cuales es aconsejable evitar el azúcar en la dieta habitual, más allá de las calorías y el control del peso corporal, que podamos estar buscando.
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