Las pizzas son una de las preparaciones más populares y también, una de las protagonistas de la comida chatarra que ha conquistado paladares a nivel mundial. Sin embargo, si eres amante de las pizzas y quieres cuidar tu dieta en este nuevo curso, te proponemos elaborar alternativas más sanas en casa, sin mayores complicaciones.
Comencemos por la base
Las bases de las pizzas se elaboran en su forma más tradicional con harina de trigo blanca o refinada, es decir, con un derivado del grano de trigo que ha perdido la mayor parte del germen y del salvado para ser principalmente almidón.
Así, las harinas de trigo o de otros cereales refinadas, se digieren fácilmente y en cuestión de minutos elevan la glucosa en sangre, no saciando ni aportando vitaminas, minerales, fibra o antioxidantes al organismo.
Si queremos una base de pizza más sana, lo mejor es escoger cereales integrales para su elaboración, tal como puede ser avena, harina de trigo integral, quinoa o bien usar otras alternativas como puede ser legumbres o derivados, vegetales o frutas.
Con cualquiera de estas opciones podemos lograr una base de pizza con más fibra, con hidratos que no se absorben tan rápidamente o que poseen menor índice glucémico, y además aportan vitaminas, minerales y antioxidantes mientras sacian.
Algunas buenas opciones para lograr una base de pizza más sana son por ejemplo:
- Base de plátano: ideal para una cena o para una dieta de adelgazamiento en la cual buscamos reducir los hidratos y calorías al máximo.
- Pizza con base de coliflor: al igual que la alternativa anterior es una base reducida en hidratos y calorías, e ideal para cuando buscamos perder peso o bien, sumar verduras a la dieta de una forma diferente y así, incrementar su consumo.
- Base de patata: para no usar harinas podemos emplear también patatas y elaborar con ellas una base de pizza diferente, muy sabrosa e igualmente saciante así como colmada de buenos nutrientes para el organismo.
- Base con harina de garbanzos: en esta alternativa, aunque se usa una harina, por no ser derivada de un cereal sino de una legumbre, tendremos mucho más fibra, minerales, vitaminas y proteínas vegetales que sacian al organismo.
- Base de tofu: para una alternativa mucho más proteica, apta para veganos y casi sin hidratos, podemos elaborar esta alternativa a base de tofu muy saciante e igualmente ligera.
Coberturas o rellenos más sanos y originales
Las tradicionales pizzas se presentan con uno o más variedades de quesos, así como también, con salsa de tomate y algún fiambre o embutido. Sin embargo, si buscamos lograr pizzas caseras más sanas lo mejor será evitar fiambres y embutidos pudiendo usar en su reemplazo carnes frescas, pescados o mariscos, así como también, escoger quesos frescos o semicurados en reemplazo de los curados para restar calorías y sobre todo, grasas y sodio a la preparación.
Además, siempre recomendaremos sumar frutas o verduras varias a las coberturas de nuestras pizzas, porque con más colores lograremos un atractivo diferente y además, sumaremos fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes varios a las recetas.
Así, podemos sumar tantos ingredientes sanos como nuestra imaginación lo permita, siendo fundamental evitar el uso de productos o ingredientes con etiquetas y priorizar el agregado a nuestros rellenos o coberturas de pizzas de alimentos frescos y de temporada.
Algunas opciones de coberturas o rellenos de pizzas más sanos y originales que podemos combinar con bases o masas como las antes nombradas son:
- Pizza verde, con brócoli y calabacín.
- Pizza de colores con pimientos rojo, amarillos y verdes, alcachofas y espárragos.
- Pizza de setas de cardo y jamón.
- Pizza de bonito y anchoas, colmada de omega 3.
- Pizza de salmón ahumado, alcaparras y mascarpone, podemos adicionarle rúcula que queda muy bien con este tipo de ingredientes o usar salmón fresco sobrante de una comida previa.
- Pizza de berenejnas, queso de cabra, uvas y miel de ajo negro.
- Pizza con berenjenas y tomate a la cual también podemos agregar unas hojas de berro fresco.
- Pizzetas de salmón y rúcula.
Una vez que horneamos la masa con un poco de salsa de tomate casera, lo ideal es colocarle el queso fresco, pescado o carnes frescas en trozos o rebanadas y al salir del horno, los vegetales frescos y un chorro de aceite de oliva extra virgen para sumar aroma, sabor y muchos antioxidantes a nuestras pizzas.
Si nos apuntamos a elaborar pizzas en casa, podemos hacerlo fácilmente y logrando preparaciones mucho más sanas y nutritivas así como también ligeras para cuidar la línea y comer mejor en este nuevo curso.
En Directo al Paladar | Pizza casera: la guía definitiva
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