Si has comido demasiado postre o te has pasado con los dulces en un evento, te mostramos lo que puedes hacer el día después al excesivo consumo de azúcar.De manera habitual puede suceder que nos excedamos con la ingesta de alimentos de escasa calidad nutricional y sobre todo, concentrados en azúcares y calorías.
No sólo tienen un efecto adictivo en nuestro cuerpo sino que no sacian en absoluto, por lo que en un evento o en una ocasión especial, pasarnos o excedernos en la ingesta de dulces suele ser más habitual de lo que pensamos.
Además de ocasionar un subidón de glucosa en sangre y un exceso de energía circulante en nuestro organismo que con frecuencia termina almacenado en forma de grasa, un exceso de azúcares puede dejarnos un sabor amargo el día después.
En concreto, podemos sentirnos culpables por no haber podido controlar la cantidad consumida o no haber tenido la fuerza de voluntad suficiente como para detenernos a tiempo en el consumo de dulces.
Asimismo, podemos experimentar un sentimiento de fatiga e hinchazón que puede estar relacionado con la gran cantidad de hidratos simples que hemos consumido, como explican desde la Facultad de Medicina de Harvard, debido a que posterior al pico de glucosa que ocasionan los azúcares, podemos experimentar una caída brusca en sangre o lo que se conoce como una hipoglucemia reactiva.

Más allá de todo esto, un exceso de azúcar en un momento concreto o en una noche a la semana, no tiene grandes efectos en nuestro organismo, sino que en los hábitos y en la rutina está la clave y los factores determinantes de nuestra salud.
Es decir que por haber comido demasiada azúcar en un evento o en una noche concreta, no sufriremos un aumento de peso ni tampoco tendremos diabetes al día siguiente, sino que nuestra salud es el resultado de los hábitos a lo largo del tiempo y lo que hacemos en el día a día sin duda repercute en mayor medida sobre el organismo que lo que puede suceder de forma ocasional.
¿Qué hacer si nos hemos pasado de dulces?
Aunque muchas son las personas que piensan que tras haberse excedido con los azúcares lo mejor es privarse del desayuno al día siguiente y restringir en demasía la dieta, la realidad es que esto sólo puede agravar el problema generando más hambre, más deseos de comer y mayor descontrol posterior, lo que puede hacernos caer en un círculo vicioso.
Por eso, como nutricionista recomiendo no caer en medidas drásticas ni en restricciones severas en la dieta, sino que recuperar la rutina y volver a la alimentación habitual, lo más sana y equilibrada posible, es lo más aconsejable.
En este sentido, si la noche anterior hemos caído en un exceso de azúcares lo mejor es realizar un desayuno sano y saciante, con alto contenido de fibra y de proteínas, que nos ayude a controlar el hambre horas después.
Asimismo, ingerir una adecuada cantidad de agua o de infusiones sin azúcar agregado es determinante, ya que nos ayudará a hidratarnos y a revertir la posible hinchazón y retención de líquidos que estamos experimentando a causa de un consumo elevado de hidratos simples.
Comer con normalidad es fundamental, sin privarnos ni restringirnos, y por sobre todas las cosas, ser amables con nosotros mismos, ya que pasarnos con el consumo de dulces puede ser más fácil de lo que imaginamos.
Intentando que estos excesos sean siempre eventuales y que en el día a día nuestra rutina y nuestros hábitos sean verdaderamente saludables, podemos mantener la salud en perfectas condiciones, evitar cambios en el peso corporal y por sobre todas las cosas, no caer en círculos de atracones y restricciones que sólo perjudican nuestra relación con la comida, alteran la conducta alimentaria y ante todo, dañan nuestra salud tanto física, como mental y emocional.

Por otro lado, puede ser muy beneficioso salir a caminar en medio de la naturaleza para sentirnos más ligeros y recuperar energía sin exigirnos en demasía.
Además, es recomendable preguntarnos qué ha sucedido. ¿Por qué hemos caído en un exceso de dulces? ¿Por qué sentimos la necesidad de continuar comiendo aún cuando estábamos saciados? Quizás el estrés, las pocas horas de sueño o simplemente una restricción previa fueron la causa de dicha falta de control.
Todo esto, y recuperar la rutina lo antes posible así como no caer en dietas depurativas ni en restricciones severas es fundamental para evitar nuevos excesos y para proteger nuestra salud de círculos viciosos de los que resulta difícil salir y que pueden perjudicar nuestra salud en todos los sentidos.
Imagen | Foto de portada: Alena Darmel, foto 1: Zohre Nemati, y foto 2: Nathan Cowley
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