Durante las fiestas de fin de año son frecuentes los excesos que después nos pasan factura, ocasionando desde un simple malestar hasta patologías digestivas y un aumento de peso. Por ello, te contamos cómo evitar atiborrarse en navidades y evitar la acidez y la hinchazón tan propio de estas fechas.
Prepárate de forma adecuada
Los días previos a la Navidad pueden determinar tu comportamiento en las cenas festivas y en cada evento que tendrás este fin de año.
Así, lo peor que podemos hacer es pasar hambre antes o incluso, llevar una dieta estricta un par de semanas o un mes previo a las fiestas. Toda conducta restrictiva previo a las cenas importantes puede ocasionar un descontrol alimentario, es decir, predisponernos a comer más y más creyendo que lo que no hemos comido antes compensa nuestros excesos navideños.
En realidad, prohibirnos alimentos antes, o pasar todo el día bebiendo sólo agua puede ocasionar una ingesta aun mayor de alimentos en la cena de Nochebuena y en cada evento de fin de año. Por ello, la mejor forma de prepararnos es llevar una dieta equilibrada, ligera pero sin restricción y sin que ello implique pasar hambre. Seguir la rutina que llevamos siempre también puede ser una buena forma de controlar mejor la calidad y cantidad de lo que comemos en Navidad.
Por otro lado, quizá en el otro extremo, se sitúan las personas que comienzan a comer sin control y atiborrarse de dulces desde principios de diciembre, lo cual sin duda culmina con hinchazón de vientre, acidez y otros malestares propios de las grandes y descontroladas ingestas de alimentos de mala calidad.
Entonces, una buena forma de prepararnos para Navidad es reservar los dulces y platos más calóricos pero tradicionales de las fiestas de fin de año para los días especiales o para las cenas y fiestas propiamente dichas.
No todos los días son festivos y entonces, podemos regresar a la rutina rápidamente tras una cena de empresa por ejemplo y continuar comiendo de manera equilibrada hasta el siguiente evento.
Consejos para aplicar durante las comidas festivas
Así como es de gran ayuda controlar los días previos a las fiestas y eventos para no culminar comiendo en exceso y sin control, también es de utilidad que la comida se desarrolle de forma adecuada.
Comer siempre sentado a la mesa, sin distracciones en lo posible y masticando bien cada bocado es de mucha utilidad para favorecer la saciedad y así, controlar mejor la cantidad ingerida.
Asimismo, recomendamos comer despacio, usar cubiertos y beber abundante cantidad de líquido que recomendamos sea agua.
Los ingredientes de nuestro menú deben favorecer la saciedad y para ello, recomendamos que tengan proteínas, fibra y agua, así como también que exijan masticación. Podemos así acudir a legumbres, pescados, carnes magras, huevos, granos enteros, frutas y verduras para saciarnos con facilidad.
Por otro lado, recomendamos evitar bebidas azucaradas y carbonatadas así como reservar el alcohol para el momento del brindis o reducir todo lo que sea posible su consumo, pues tanto azúcar como alcohol pueden ocasionar acidez y ser responsables de una ingesta superior de alimentos así como de un ingreso muy elevado de calorías que no aportan buenos nutrientes al organismo.
Tanto el azúcar como el alcohol incentivan el apetito y poseen sustancias con efecto adictivo que nos empujan a desear más y más de ellos, por lo tanto cuánto más evitemos estas bebidas más control lograremos en esta Navidad.
Por último, aconsejamos emplear ingredientes frescos y de temporada, evitando procesados y ultraprocesados que poseen mala calidad nutricional y que pueden además predisponer a un consumo superior al no facilitar la saciedad sino por el contrario, conducirnos a una conducta adictiva.
La clave están en disfrutar cada bocado, comiendo con moderación y atentos a lo que ingresamos a nuestro cuerpo, pues sólo de esa forma no perderemos el control y no caeremos en los típicos excesos propios de estas fechas que suelen ocasionar acidez e hinchazón además de otros malestares.
Otros consejos para evitar la acidez y la hinchazón
La hinchazón puede deberse no sólo a la cantidad que comemos sino a la mala calidad de lo que ingerimos que puede ocasionar flatulencia, estreñimiento y otros males que a su vez, pueden favorecer la presencia de acidez, por ello, recomendamos crear menús saludables, ricos en frutas y verduras, frutos secos, legumbres y granos enteros así como carnes magras o pescados.
Pero más allá de esto, podemos evitar la acidez y la hinchazón con algunos hábitos como por ejemplo, no dejar de ejercitarnos o de movernos siempre que sea posible para que nuestro metabolismo se encuentre activo. Asimismo, recomendamos no acostarnos inmediatamente al terminar de comer o beber ya que el colocarnos en posición horizontal con el estómago cargado de comida puede agravar la situación.
Por último, usar ropa cómoda que no nos ajuste alrededor del estómago, evitar las frituras y las porciones excesivas de alimentos resultará clave así como también, reducir al máximo la ingesta de azúcares, alcohol, grasas y cigarrillo.
Sólo intentando no perder el control en ningún momento y saboreando con disfrute cada bocado lograremos una Navidad más sana pero igualmente placentera.
Imagen | Unsplash e iStock