Las frituras son un método de cocción que prevalece entre los platos comprados listos para consumir. Sin embargo, no todas las opciones son recomendables y por ello te contamos cómo tienen que freír en los restaurantes para que sean frituras de las que fiarnos.
Fritura: cocción rápida pero que necesita atención
En las grandes cadenas de comida rápida o incluso en pequeños restaurantes, la fritura suele ser muy empleada como método de cocción dado su corto tiempo de duración que permite resolver un plato en minutos.
Sin embargo, requiere de mucha atención y cuidado para que se logre una fritura de calidad, que no perjudique las propiedades nutricionales de los alimentos y que por consecuencia no afecte negativamente la salud del organismo.
Una fritura incorrecta es de peor calidad y más dañina que una fritura cuidada, aceptable en el marco de una dieta equilibrada con una frecuencia semanal. Por eso, tanto en casa como en los restaurantes, debemos controlar este método de cocción si queremos preparaciones menos nocivas para el organismo y aptas para incluir en el marco de un estilo de vida saludable.
Así deben ser las frituras para que sean más sanas y fiables
Las frituras descuidadas pueden dar origen a sustancias que perjudica la salud como es la acrilamida que se genera cuando los alimentos se cocinan a altas temperaturas y se doran o chamuscan, por lo tanto, es fundamental controlar la temperatura de la fritura.
La temperatura adecuada
Al freír deberíamos alcanzar los 180° y no superar nunca los 200°C, pues a más temperatura más probabilidades de generar sustancias tóxicas y también de generar grasas trans que perjudican la salud del organismo y deberíamos reducir en nuestra dieta habitual.
Por el contrario, si la temperatura es inferior a los 180°C, el alimento que se sumerge absorberá más grasas de lo habitual y concentrará más calorías al final de la cocción. Además, demandará mayor tiempo de cocción y ello puede acentuar la pérdida de vitaminas liposolubles del alimento tales como vitamina A, D, E y K.
Por ello, la temperatura de la fritura siempre debe rondar los 180°C para que sea de calidad y segura para el organismo.
La materia grasa correcta
Otro factor a considerar además de la temperatura de la fritura es la materia grasa a utilizar, siendo la mejor opción el aceite de oliva extra virgen pues es de entre todos los aceites el que resiste mayores temperaturas previo a su modificación y por lo tanto, tendremos menos riesgo de generar acrilamida y grasas trans.
Por otro lado, siempre es recomendable no mezclar materias grasas sino usar un sólo tipo de aceite, ya que la combinación de dos aceites diferentes, que resisten diferentes temperaturas puede propiciar la generación de sustancias tóxicas para el organismo y estropear la calidad de la fritura.
Asimismo, es aconsejable no reutilizar el aceite al freír, pues ya superados los dos usos de un aceite los residuos en el mismo son mayores y las probabilidades de que se generen grasas trans se incrementan. Entonces, mejor usar aceite limpio y nuevo o de un sólo uso previo al momento de freír si queremos lograr buenos resultados.
Utiliza suficiente aceite
Además de controlar la temperatura de la fritura y escoger una buena materia grasa es fundamental usar suficiente cantidad de aceite al momento de freír.
El alimento debe quedar sumergido en aceite al momento de realizar la fritura, pues poca cantidad de aceite propicia que éste se queme o alcance una temperatura muy elevada en poco tiempo y así, genere sustancias y nutrientes no deseados para el organismo.
Por otro lado, el alimento puede absorber mayor cantidad de grasa en menos aceite que si lo colocamos en una abundante cantidad de materia grasa, a temperatura correcta.
Papel absorbente al finalizar
Cuando extraemos el alimento ya frito de la sartén o freidora este arrastra consigo un poco de aceite del recipiente de cocción que si no se retira, se culmina absorbiendo.
Por ello, mejor apoyar los alimentos que retiramos de la freidora en un papel absorbente que sea el que retenga el aceite extra y así, la preparación no concentrará exceso de grasas ni de calorías por esta última fase de la fritura.
Y como si fuera poco, los alimentos ya fritos no se humedecerán con el calor sino que se mantendrán crujientes y firmes.
Estos son los principales factores a cuidar para lograr una fritura de mejor calidad, menos nociva para el organismo humano y de esta forma los restaurantes pueden lograr frituras de las que fiarnos.
Imagen | Pixabay e iStock
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