Cuando viajamos a alguna zona exótica en la que las condiciones higiénicas son precarias, podemos sufrir lo que se denomina la diarrea del viajero. Habitualmente, el motivo de estas diarreas son el consumo de los alimentos del lugar, estos están llenos de agentes patógenos que alteran nuestra flora intestinal.
Estos agentes suelen ser las bacterias como la Escherichia coli, un protozoo como el Giardia lamblia o los rotavirus, pero el más común es el primero de los que hemos citado. Esta bacteria coloniza nuestro intestino en unas 48 horas adhiriéndose a las paredes intestinales y produciendo las toxinas que originan las indeseosas diarreas.
Si por casualidad viajas a algún país exótico y te ocurre esto, deberás realizar una dieta astringente y tomar líquidos abundantes. En cuanto a los alimentos, tendrán que ser ingeridos en pocas cantidades y ser suaves, ya que de esta manera no cargarás el sistema digestivo. Claro, que si las diarreas son excesivas lo mejor es recurrir a algún fármaco como la loperamida.
Si no deseas pasar por esta situación, cuida la alimentación y especialmente la que contenga salsas o derivados de la leche. Para prevenir lo mejor es no comer alimentos de los puestos callejeros o restaurantes típicos del lugar o por lo menos comer poca cantidad, ya que de esta manera aseguramos que los ácidos gástricos ejerzan un efecto protector.
La alimentación que es más susceptible de crearnos este problemilla son los pescados y mariscos, las frutas que lleven expuestas varias horas en las paradas ambulantes, los helados de los puestos callejeros, etc.
Más información | Saludalia Más información | Diario del viajero