La Comisión Técnica de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias de la Unión Europea ha dictaminado recientemente acerca de las declaraciones de las propiedades saludables de ocho productos. Como debería haber sido siempre, esta comisión no aceptará ninguna declaración de propiedades saludables a no ser que venga avalada por estudios científicos.
Según esta comisión, los únicos que han demostrado sus propiedades beneficiosas para la salud son los esteroles, compuestos químicos añadidos a muchos alimentos y que han demostrado de forma fehaciente ayudar a reducir los niveles de colesterol sanguineo y, por tanto, a reducir el riesgo de enfermedad coronaria. Para dejarlo claro, hablamos de productos como Benecol o Danacol, que se recomiendan tomar tras la principal comida del día, un envase al día (yo los tomo a diario, recomendado por mi médico).
El resto, según estos expertos, no han demostrado de forma científica sus ventajas para la salud, por lo que no se les permitirá publicitarse con esos efectos, supuestamente saludables.
Entre estos productos de eficacia no demostrada se encuentran los ácidos grasos "alfa linolénico y ácido linoleico" como "ácidos grasos esenciales necesarios para el normal crecimiento y desarrollo de los niños" (de entre 1 y 12 años). Se considera que la cantidad necesaria de estos compuestos es tan baja que no es necesario su aporte adicional.
Otro producto en de eficacia dudosa es el "Femarelle®", combinado de fitoestrógenos derivados de la soja (isoflavonas) y de las semillas de linaza (lignanos y cumestanos) que según el fabricante "induce la formación ósea e incrementa la densidad mineral ósea reduciendo el riesgo de osteoporosis y otros trastornos de los huesos".
Tampoco está justificado el anuncio de que el consumo de lácteos, queso y leche, "promueven la salud dental" ayudando a reducir las caries. O el producto "Elancyl Mundial Silhouette ®" que, según su fabricante, permite una "regulación de la composición corporal en personas con ligero a moderado sobrepeso".
Y es que, según un estudio de la OCU española, muchas veces nos dejamos llevar más por la publicidad de las marcas que por las propiedades reales de los alimentos, a la hora de la compra. Si nos dicen en el envase y publicidad que un alimento es bueno para la salud, tengan pruebas o no, sea verdad o no, lo compraremos antes que otros productos, incluso aunque sean más caros.
Vía | Consumer.es En Directo al Paladar | Indice de calidad nutricional de lo alimentos, Nuval En Directo al Paladar | Alimentos con poco valor nutricional, un riesgo para la población infantil En Directo al Paladar | Nuevas normas en el etiquetado de los alimentos