Al momento de quemar grasa no sólo es importante realizar un entrenamiento intenso sino que lo que comemos puede ser de gran ayuda para lograrlo. Si bien la pérdida de grasa localizada es difícil de conseguir, podemos incentivar la reducción de grasa en todo el cuerpo para disminuir barriga por ejemplo. Así, si quieres reducir grasa abdominal, dejamos las claves para que tu dieta te ayude a lograrlo.
Lo principal: comer menos calorías de las que gastamos
El déficit calórico o balance energético negativo es clave cuando buscamos perder peso a expensas de la utilización de grasas como fuente de energía. Sólo si le ofrecemos al cuerpo menos calorías de las que necesita este acudirá a reservas (de grasa por ejemplo) para cubrir su gasto de energía.
Entonces, recomendamos llevar una dieta reducida en calorías y acompañar la misma de ejercicio regular para lograr mejores resultados. Para restar energía en nuestros platos, son muchos los trucos que podemos utilizar, además de comer un poco menos de cada plato o alimento.
Evita los ultraprocesados y prioriza alimentos frescos y de temporada
Los ultraprocesados son productos de mala calidad nutricional para nuestra dieta, poco saciantes y que pueden generar adicción incentivándonos a comer más y más y así, dificultando el logro del déficit calórico que señalamos anteriormente.
Además, los estudios respaldan la recomendación de ingerir más alimentos frescos como frutas y verduras frescas o leche (sin azúcar añadido) al vincularlos a menos circunferencia de cintura.
Por eso, recomendamos escoger alimentos de temporada, frescos y de mejor calidad nutricional para calmar de forma efectiva el hambre y así, favorecer la quema de grasas.
Reduce el consumo de cereales refinados y azúcares al máximo
El proceso de quema de grasas en nuestro cuerpo puede ser regulado por diferentes hormonas, una de ellas es la insulina que induce la acumulación de grasas y bloquea su degradación.
Esta hormona se libera en mayores proporciones ante alimentos con alta carga glucémica e índice glucémico como son aquellos son los cereales refinados y los azúcares libres o añadidos.
Por eso, recomendamos reducir al máximo el consumo de arroz blanco, pastas y pan blanco, almidones y todo lo que lo contenga, así como de azúcar de mesa, miel, jaleas, siropes, jarabes, dulces y chucherías en general.
En su reemplazo podemos acudir a frutas frescas ricas en azúcares naturales, o bien, edulcorantes artificiales o naturales como la estevia.
Suma fibra y proteínas magras a tus platos
Tanto fibra como proteínas son nutrientes saciantes, que nos ayudan a controlar la cantidad que comemos y así, a lograr que ingresen menos calorías al cuerpo de las que gastamos.
Pero además, las investigaciones asocian el alto consumo de fibra con menor grasa en la parte superior del cuerpo y grasa total, mientras que llevar una dieta rica en proteínas se ha relacionado con ganancia de masa muscular y pérdida de grasa corporal.
Asimismo, si en cada comida priorizamos ingredientes con fibra y proteínas, reduciremos el índice glucémico de la dieta y así, disminuiremos la liberación de insulina que como dijimos antes, es clave si queremos quemar grasas.
Por supuesto, aconsejamos alimentos de buena calidad como legumbres, granos enteros, frutos secos, semillas, frutas y verduras frescas y pescados, clara de huevo o carnes frescas y magras para obtener fibra y proteínas, respectivamente.
Evita el alcohol siempre que sea posible
El alcohol es una fuente de calorías vacías, es decir, aporta energía sin ningún nutriente de calidad para el organismo y aun en mínimas cantidades resulta perjudicial para la salud.
No obstante, al momento de quemar grasas puede representar un gran obstáculo, bloqueando dicho proceso. Además, los estudios vinculan su consumo a mayor grasa en el cuerpo.
Por todo esto, si nos apetece una cerveza o un cóctel, mejor que sea sin alcohol (ni azúcar) en su interior.
Consume suficiente cantidad de agua cada día
La hidratación adecuada es clave para que diferentes procesos metabólicos (incluida la quema de grasas) se lleven a cabo con normalidad. Por eso, al momento de controlar el peso y reducir la grasa abdominal, no pueden faltar líquidos en nuestra dieta.
Las investigaciones han asociado niveles adecuados de agua en el organismo con mejor composición corporal, es decir, con menos grasa.
Por ello, recomendamos escoger agua como bebida habitual y sumar infusiones sin azúcar, aguas de sabores sin azúcar ni alcohol añadido, o bien, incorporar platos con alto contenido acuoso a la dieta habitual de manera de favorecer la hidratación.
Incorpora alimentos con grasas de calidad a tu dieta
Las grasas siempre han sido consideradas las malas de la película al momento de adelgazar y quemar grasas. No obstante, hay estudios que demuestran lo contrario, señalando una relación inversa entre el consumo de grasas insaturadas y la grasa en nuestro cuerpo.
Así, recomendamos ingerir con regularidad alimentos como pescados azules o de alto contenido graso, frutos secos, semillas, aceite de oliva extra virgen, aguacate y otros con grasas de calidad para el organismo.
Ya sabes, si quieres reducir grasa de tu abdomen estas son las claves para que tu dieta te ayude a lograrlo, acompañando el ejercicio regular y otros buenos hábitos de vida.
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