En revistas de todo tipo, en publicaciones que encontramos en la red y otras, encontramos a menudo variedad de dietas que podemos implementar, muchas de ellas sin validez científica y que pueden ser sólo una moda más. Sin embargo, la dieta FODMAP que puedes haber escuchado en el último tiempo no es una dieta más, no es una opción para adelgazar sino un recurso terapéutico que cada vez se recomienda más. Te contamos de qué se trata y cuáles son sus potenciales beneficios.
Qué es la dieta FODMAP
La dieta FODMAP es una dieta reducida en hidratos de carbono fermentables, es decir, baja en oligosacáridos, disacáridos, pmonosacáridos y oolioles, cuyas siglas en inglés dan origen al nombre de esta dieta.
Se recomienda su uso en personas con patologías gastrointestinales que con frecuencia sufren de distensión abdominal, flatulencia, dolor, diarrea u otros síntomas que generan gran molestia en el organismo.
Una de las enfermedades en que más frecuentemente se recomienda su aplicación es en el Síndrome de Intestino Irritable o SII, también llamado, colon irritable.
Desde el año 2005 que se considera que muchas patologías intestinales pueden deberse a los cambios de nuestra dieta, ya que tras la occidentalización de la misma se ha incrementado el consumo de hidratos de cadena corta como es la fructosa, la lactosa y otros que fermentan en el intestino ante la acción de las bacterias colónicas, de allí que la dieta FODMAP o baja en FODMAP se proponga como solución a estas enfermedades.
Cómo aplicar la dieta FODMAP
Como su nombre la indica, la dieta FODMAP es reducida en azúcares: desde la fructosa y glucosa hasta la sacarosa o azúcar de mesa o la lactosa propia de la leche y otros lácteos.
También es una dieta que propone reducir oligosacáridos como la galactosa o rafinosa que no se digieren totalmente en el intestino y por ello, son fermentados por la bacterias colónicas.
Así, ingredientes con almidón resistente como las patatas, batatas, mazorcas de maíz, legumbres o granos enteros también serían reducidos ante una dieta FODMAP al igual que chucherías y todo tipo de ingredientes con azúcares añadidos, pero también, aquellos con azúcares naturales como las frutas, verduras, leche y derivados.
En una dieta FODMAP se escogen entonces hidratos complejos pero no fermentables como es el caso de las harinas refinadas y platos derivadas de estas, carnes, huevos y aceites vegetales que no contienen hidratos y algunas hortalizas previamente cocidas para que sus nutrientes no induzcan la fermentación colónica.
Los posibles beneficios
Como dijimos, la dieta FODMAP se aconseja para el tratamiento de enfermedades intestinales y en el caso de quienes sufren SII un estudio publicado en la revista Gastroenterology ha mostrado beneficios.
Al parecer, reducir los sutratos fermentables de las bacterias intestinales mejora los síntomas propios de esta patología y reduce desde la inflamación y el dolor abdominal hasta la flatulencia y el ritmo de evacuación del intestino.
Según científicos de Australia, la dieta FODMAP sería de utilidad para el tratamiento del SII pero no en casos en que prevalece la constipación o en quienes sufren de estreñimiento, una enfermedad intestinal muy habitual.
También la variación en la ingesta de hidratos de carbono fermentables podría ser de ayuda en el tratamiento de la enfermedad de Crohn como señala un estudio publicado hace un par de años, una patología intestinal ocasionada por un proceso inflamatorio que puede resultar de gran gravedad.
Por supuesto, ante episodios agudos de vientre hinchado, flatulencia o gases en exceso, aplicar los principios de la dieta FODMAP podría también ser de ayuda.
Las posibles desventajas y riesgos de la dieta FODMAP
La dieta FODMAP como la describimos anteriormente, conlleva la reducción de azúcares añadidos y por ello puede resultar en grandes beneficios, pero al mismo tiempo, recomienda evitar en el menú habitual ingredientes muy sanos como los granos enteros y legumbres, frutas y hortalizas.
Sus bases la convierten en una dieta muy restrictiva como concluyen científicos de España, limitada a unos pocos alimentos y preparaciones y por ello, difícil de poner en práctica y poco recomendable para seguir por un largo tiempo debido a su escasa riqueza nutricional.
Además, no podemos olvidar que es posible caer en el error de abusar de las harinas refinadas cuyo consumo excesivo puede dañar la salud y se recomienda evitar siempre que sea posible.
Por otro lado, los carbohidratos fermentables o FODMAP justamente por inducir la actividad de la flora intestinal tienen un efecto prebiótico en el organismo y su reducción a niveles muy bajos como en el caso de esta dieta, podría afectar negativamente las bacterias propias de nuestro intestino como señala una investigación de la revista Nutrients.
Una dieta variada favorece la diversidad en la flora intestinal y mediante ella promueve el cuidado de la salud, mientras que una dieta restringida en sus sutratos y limitada como es la dieta FODMAP podría ocasionar el efecto contrario.
Por último, un estudio publicado en 2014 cuestiona la efectividad de la dieta FODMAP y sus beneficios sobre la salud, ya que como dijimos, reducir los hidratos fermentables podría no ser de todo recomendable si buscamos proteger al organismo mediante lo que comemos.
Entonces, la dieta FODMAP no es la panacea, no es beneficiosa para todos y no esta libre de efectos secundarios, por lo que su uso debería limitarse a casos particulares con enfermedades intestinales severas en los que otros recursos terapéuticos no han brindado resultados.
En Directo al Paladar | Los SI y los NO para cuidar tu salud digestiva
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