El descanso también influye en lo que comemos

Hay diferentes aspectos que afectan el acto de comer y las sensaciones que éste produce en el organismo, tal es así que el descanso también influye en lo que comemos pudiendo alterar la sensación de saciedad e incluso impactar en las elecciones alimentarias que hacemos.

Buen descanso, buena alimentación

La alimentación como el descanso nocturno o el sueño son claves para liberar el estrés que el organismo sufre cada día, no obstante, dormir pocas horas o de mala manera y no obtener así un sueño reparador, puede afectar notablemente nuestra dieta.

Si tenemos un buen descanso tenemos una buena alimentación, pues si no dormimos bien experimentamos una sensación de malestar emocional a causa del estrés y éste nos empujará a comer alimentos de mala calidad y en cantidades distorsionadas.

Hay un estrecho vínculo entre emociones y alimentación, por eso, si no dormimos poco y nos sentimos mal, también comemos mal.

Pero por otro lado, está demostrado que los patrones de sueño inadecuados alteran las hormonas que regulan nuestro hambre, llevándonos a tener más apetito y más ganas de comer y menor saciedad ante las ingestas, así, cuando dormimos poco comemos más y quizá por ello, se ha relacionado el dormir poco con mayor riesgo de obesidad.

No sólo eso, sino que además de comer más, cuando dormimos poco consumimos más alimentos grasos que sabemos, no deben estar presentes en exceso en nuestra dieta si queremos cuidar la salud.

Es decir, que las horas de sueño no sólo pueden alterar la cantidad sino también la calidad de lo que comemos o tenemos deseos de comer.

Entonces, es importante si queremos lograr una alimentación saludable, que obtengamos un descanso suficiente cada día, alcanzando las 7-8 horas de sueño cada noche de manera profunda y reparadora.

Dormir y comer: un estrecho vínculo

Ya sabemos que el descanso influye en lo que comemos y que por eso, debemos cuidar las horas de sueño cada día, pero además, lo que comemos también puede afectar el descanso pudiendo decir entonces que entre dormir y comer hay un estrecho vínculo.

Si realizamos cenas copiosas, pesadas y que no favorecen la digestión, así como si comemos mucho antes de ir a la cama, no lograremos un buen descanso nocturno y éste mal descanso afectará lo que comemos, encerrándonos de esta forma en un círculo que merece la pena que encontremos la salida.

Entonces, elabora una cena saludable cada día cuidando la selección de ingredientes así como la cantidad de los mismos, y procura comer adecuadamente para descansar bien y así, no alterar lo que comemos, sino lograr una alimentación placentera, equilibrada y saludable

En Vitónica | ¿Comer mejor para dormir bien? o ¿Dormir mejor para comer bien? Imagen | OnTask, RelaxingMusic y Miss_yasmina

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