El lado oscuro de los frutos secos ¿son siempre sanos y saludables?

Puede que te sorprenda la pregunta porque en general, y salvo por su alto contenido en calorías, los frutos secos son percibidos como un alimento natural y saludable. Y lo son, pero también es bueno que conozcas el lado oscuro de los frutos secos.

Como siempre, pongamos la cuestión bajo la lupa de Darwin.

¿Qué es un fruto seco? En general se incluyen en esta categoría una amplia gama de frutos, y semillas. Por ejemplo, muchos considerarían a los cacahuetes un fruto seco. Pues no, es una leguminosa (una legumbre vamos) y técnicamente no es un fruto seco. Podríamos decir que un fruto seco, es un alimento de origen vegetal que se caracteriza por estar recubierto por alguna cáscara más o menos dura para proteger la semilla del interior. También se consideran frutos secos a las frutas desecadas. Hoy hablaremos de los primeros.

Misión evolutiva de los frutos secos

¿Cuál es la misión evolutiva de los frutos secos? Producir más plantitas, mas nogales, más almendros, más anacardos, etc… Por tanto, hay que pensar que, en principio, a la planta no les interesa que nos comamos a sus posibles futuros hijos. En el caso de los frutos secos esto lo hacen principalmente a través de una cáscara dura. Solo cuando el interior está listo para producir un nuevo ejemplar, la cáscara se rompe y da lugar a un nuevo ejemplar. Esa cáscara la función evolutiva de proteger el embrión interior. Pero además de esta barrera física, también han desarrollado una serie de compuestos químicos para evitar ser comidos y que pueden causar problemas al ser ingeridos.

En un principio, con la cáscara estaban bien protegidos hasta que a algunos chimpancés y a a algunos humanos más listillos se nos ocurrió machacarlos con piedras. A partir de entonces pasaron a formar parte de nuestras dietas y a ser consumidos por diversas poblaciones a lo largo de todo el mundo. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que con romper solo la cáscara no servía, que algunos de estos nuevos frutos nos podrían dar otros problemas. Es decir, los frutos secos también tienen antinutrientes.

Toxicidad, Ácidos grasos y anti-nutrientes

Hablar de los nutrientes de los frutos secos en general, debido a la diferente composición de cada uno, es complicado, pero sí que se pueden sacar algunas generalidades con algunas excepciones importantes y algunas cosas a tener en cuenta que pueden ser común a todos ellos.

Por ejemplo, ¿Sabías que las almendras crudas vírgenes te pueden matar? Las almendras amargas, contienen una elevada proporción de cianida, un componente tóxico y que ingerido en grandes dosis podría ser mortal. Afortunadamente, pronto nos dimos cuenta de esto, y fuimos seleccionando las variedades de almendros dulces. Al igual que con las almendras, con el resto de frutos secos, nos tuvimos que ir dando cuenta de qué especies eran las más digestibles o de cómo hacerlas más digestibles.

En general, los frutos secos tienen un alto contenido en grasas y proteínas y bajo en hidratos (las castañas rompen esta norma). De las grasas que tienen, la mayor parte son poli-insaturadas y con un elevado componente de ácidos omega-6 (aunque hay excepciones). Es importante mantener un buen ratio de omega-3/omega-6, así que atiborrarse a comer frutos secos, más allá de su poder calórico no es buena idea.

Pero además, los frutos secos suelen contener ácido fítico. Este compuesto lo utilizan las plantas para neutralizar el fósforo. Cuando consumimos muchos frutos secos también estamos ingiriendo ácido fítico y eso nos puede traer problemas. De hecho, este es uno de los motivos para consumir frutos secos provenientes de la agricultura ecológica, que presumiblemente utilizan menos fertilizantes (es decir, menos fosfatos) y por tanto esos frutos secos tendrán un menor nivel de este ácido perjudicial.

Como contrapartida, los frutos secos tienen un alto contenido de antioxidantes. Muchas cosas en la naturaleza vienen con su ying y con su yang. No hay datos concluyentes pero el exceso de omega-6 (un fuerte oxidante) podría verse mitigado en parte por la vitamina E y los demás antioxidantes presentes en los frutos secos. También es cierto que hay estudios que relacionan el consumo de frutos con un mejor perfil lipídico.

Uno de los métodos tradiciones para reducir estos antinutrientes y/o su posible toxicidad ha sido la de dejar en remojo los frutos secos, y luego secarlos a sol. De esta forma, se produce una pequeña fermentación, que ayuda a eliminar estos antinutrientes. Muchas culturas ancestrales utilizaban esta técnica y es algo que raramente se hace hoy en día.

Conclusión

¿Pero me estás diciendo que los frutos secos no son sanos? Para nada. De hecho, tienen que estar presentes en nuestra dieta porque incorporan gran cantidad de minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales. Como siempre en nutrición la respuesta no es única, y depende de muchos factores.

Lo que quiero es que conozcas todos sus detalles. Hemos venido consumiendo frutos secos desde hace muchas generaciones, la cuestión es ¿hemos consumido tantos? El consumo ancestral era más bien ocasional y estacional, pero hoy en día tenemos una disponibilidad 24×365 de frutos secos y eso es algo a lo que nuestro organismo no está habituado. Si los frutos secos hubieran sido nuestra única fuente de alimentos, habríamos desarrollado mecanismos para mitigar los posibles efectos negativos del alto contenido en omega-6 y ácido fíctico.

Como dicen los ingleses, quizá no sea buena idea “get nuts over nuts“ (volverse loco con las nueces) Uno se pregunta si la etimología inglesa no guardaba alguna otra relación oculta.

Una pregunta para terminar, ¿adivinas de qué fruto seco es la segunda fotografía?

Imagen vía | Hermes Almond Art, Vic Lic, La.blasco
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