Frutas: las diferentes variedades y cómo emplearlas a favor de la salud

Las frutas siempre gozan de buena reputación si nos referimos a una alimentación saludable. Sin embargo, hay diferentes variedades de frutas que a continuación presentamos y por lo tanto, podemos emplearlas a favor de la salud si las seleccionamos adecuadamente.

Diferentes tipos de frutas

Bajo la denominación de fruta encontramos todos aquellos frutos de plantas que son comestibles, sin embargo, no todas tienen iguales características ni propiedades nutricionales, por ello, podemos clasificar diferentes tipos de frutas en:

      • Las semillas que naturalmente se presentan con su cubierta, por ejemplo: nueces, almendras, avellanas, castañas. Todas excepto la castaña, tienen alto contenido de grasas buenas y vitamina E y menor porcentaje de hidratos

      • Las frutas desecadas y deshidratadas que después de un proceso natural o industrial, han perdido la mayor parte de su contenido acuoso, por ejemplo, los orejones, las pasas u otras frutas desecadas. Estas concentran su fibra y sus nutrientes, entre ellos su contenido en azúcar, y casi no aportan grasas, pero aun así, tienen más calorías que las frutas frescas.

      Así, tenemos frutas con mucho agua y casi sin calorías ni grasas como la manzana, pera, ciruela, melón, sandía, uvas, higos, banana, nectarinas, melocotones. También tenemos frutas con mucha agua y con grasas y más calorías como las aceitunas o el aguacate.

      Por otro lado, tenemos frutas secas con alto contenido graso como las avellanas, piñones, almendras, nueces, cacahuete o sin casi grasas como la castaña. También tenemos frutas secas que no son semillas con mucha fibra y muchos hidratos así como azúcares, como las pasas, orejones, higos, ciruelas o tomates desecados o deshidratados.

      Cómo emplear las frutas a favor de la salud

      Si queremos llevar una alimentación saludable, equilibrada, y no presentamos enfermedades o exceso de peso, ni nada que nos limite en la ingesta de nutrientes específicos, podemos incluir a diario, unas dos o tres piezas de frutas frescas y apenas unas 10 almendras o nueces, en reemplazo de cuerpos grasos.

      Si en cambio, estamos buscando perder peso, lo aconsejable será recurrir a las frutas con menos calorías, es decir, a las frutas frescas. Moderando igualmente el consumo de frutas frescas oleosas.

      Por otro lado, si lo que se busca es ganar peso con salud, podemos emplear las frutas secas en todos sus formatos, pues con sus buenos nutrientes concentran calorías, es decir, pueden sumar energía a la dieta sin descuidar la salud.

      Por supuesto, todas las frutas son aptas para celíacos o para quienes tienen intolerancia a la lactosa.

      Si se padece gastritis, se aconseja cocinar las frutas frescas y reducir la fibra retirando la piel, asimismo, es aconsejable evitar las frutas muy ácidas. Mientras que si se padece de estreñimiento, lo aconsejable es recurrir a las frutas frescas con piel y naturales, sin cocción, así como también son de utilidad las frutas desecadas o deshidratadas que concentran fibra y ácidos que favorecen el tránsito intestinal.

      Como podemos ver, hay muchas variedades de frutas y con ellas podemos beneficiar grandemente la salud. Sólo necesitamos reconocerlas en profundidad para escoger en función de nuestras necesidades y sus nutrientes, las más adecuadas para incluir en la alimentación habitual.

      En Directo al Paladar | Cómo alcanzar las cinco raciones de frutas y verduras al día con ayuda de la cocina Imagen | Ginnerobot

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