Está fuera de duda que la leche es un alimento completo ideal en periodos de crecimiento, como la infancia o adolescencia, sobre todo por los aportes de calcio y vitaminas necesarios para la formación de tejido óseo. Sin embargo, cada vez hay más dudas sobre la idoneidad de su ingesta por parte de los adultos, en los que los requerimientos de calcio no son tan importantes.
De hecho, a partir de los 25 años, momento en el que se detiene el crecimiento, parece ser que el aporte de calcio no es de gran utilidad para nuestro organismo. Mucho más allá, se ha demostrado en un amplio estudio publicado en el American Journal of Public Health en 1997, hecho en más de 77000 mujeres en doce años consecutivos, que los aportes extras de calcio de la dieta para prevenir la osteoporosis en adultos no reducen el riesgo de fracturas o de osteoporosis. Este es el mayor estudio prospectivo a nivel mundial, el Nurses Health Study, y demuestra por tanto que la ingesta de calcio extra, por la leche o la dieta, no tiene mucha utilidad para reducir la fragilidad ósea a partir de cierta edad. La clave para reducir el riesgo de fracturas parece estar más relacionada con la práctica de ejercicio físico moderado, el mayor consumo de vegetales y la reducción de la ingesta de sodio y proteínas de origen animal, según dicho estudio.
Otros aspectos a valorar son las frecuentes alergias infantiles a las proteínas de la leche de vaca, así como los más frecuentes casos de intolerancia a la lactosa, el azúcar de la leche, que se calcula padecen el 70% de la población mundial. Estas personas tienen una deficiencia en la formación de lactasa, la enzima que digiere la lactosa en el intestino, por lo que la lactosa no digerida genera síntomas como malestar abdominal, flatulencias, etc. No es un trastorno grave, pero bastante molesto para los que lo padecen. Su tratamiento es simple, evitando la leche y sus derivados, aunque recientes estudios demuestran que algunas de estas personas pueden tomar cantidades pequeñas sin desarrollar su intolerancia.
Resumiendo, el mito cultural tan arraigado de que la leche es un alimento muy sano puede caer cualquier día bajo el peso de numerosos estudios, sobre todo cuando se trata de su ingesta por el adulto. De todos modos, y mientras nadie me diga lo contrario, seguiré tomando mi café con leche de toda la vida, que me sienta de maravilla por las mañanas.
Más información | Intolerancia a la lactosa en Medline Más información | Lactosa.org Más información | Asociación Española de Pediatría.