Las vacaciones van acompañadas de cambios en nuestros hábitos, pero no todos son tan afortunados como el descanso o el ocio, pues si se sufren cambios en nuestra alimentación, entre otros aspectos, podemos ser víctimas de las irregularidades en el tránsito intestinal.
En caso de sufrir estreñimiento en vacaciones, veremos alterado nuestro bienestar con dolor y pesadez de vientre, pérdida de apetito, dolores de cabeza, etc. Los factores que propician una incorrecta evacuación, como sabemos, se encuentran básicamente en los cambios de nuestros hábitos alimentarios, generalmente se disminuye el consumo de vegetales y cereales integrales, con lo que disminuye el consumo de fibra que debería situarse en los 25-30 gramos diarios.
Los pocos días que tenemos para desconectar nos hacen perder hasta los horarios de las comidas, en muchas ocasiones les dedicamos menos tiempo sustituyendo dos platos con todos los nutrientes necesarios por un bocadillo o productos preparados. También es una época en la que se apaga la sed con distintas bebidas carbonatadas o alcohólicas, no por ingerir líquidos se mantiene una buena hidratación, hay que tomar las bebidas adecuadas, si no, se altera la secreción y la motilidad intestinal.
Otro factor importante es la actividad física, en unas vacaciones de descanso a las que acompañan altas temperaturas, nos movemos menos, siendo ésta una causa que también propicia el estreñimiento.
No olvidemos que el estar fuera de casa también es para muchos un problema a la hora de ir al baño, la excusa perfecta es que estamos acompañados o muy ocupados y se aplaza la visita al servicio, provocando así las irregularidades en los horarios habituales.
Lo ideal es que mantengamos nuestros hábitos dentro de las posibilidades, no dejar de consumir fibra, no “aplatanarse” demasiado y acudir al baño como normalmente. Si aún no has hecho tus vacaciones, no pierdas tus costumbres para un mayor disfrute.
Vía | Consumer En Directo al Paladar | Hablemos sobre la fibra Más información | Vitónica