Hace unos días os hablábamos de que la Unión Europea efectuará controles a los alimentos que lleguen desde Japón para medir su nivel de radioactividad.
Tristemente ayer las noticias ya se hacían eco de los primeros alimentos contaminados: las espinacas procedentes de Ibaraki y la leche de Fukushima. Los análisis también revelan que el agua contenía yodo radiactivo, con unos niveles superiores a los permitidos.
Sin embargo, las autoridades han confirmado que estos niveles no suponen un riesgo sanitario para las personas y que el impacto de comer estas verduras durante un año equivale al mismo riesgo que exponerse a una radiografía. Fuentes del gobierno de Japón aseguran que se tomarán las medidas oportunas para que no haya riesgo para la salud y que si es necesario se limitará la distribución de los productos de la zona afectada.
Vía | Telecinco
En Directo al Paladar | La UE verificará los niveles de radiación de los alimentos que lleguen desde Japón