Dejémoslo claro desde el principio: los helados, de cualquier tipo, no son una comida especialmente saludable. Aunque, como veremos, su perfil nutricional varía enormemente entre variedades, casi todos se distinguen por tener una gran cantidad de azúcar. Y este es precisamente el primer elemento que deberíamos eliminar de cualquier dieta saludable.
Dicho esto, ¿cómo resistirse a un buen helado? Es el postre o merienda favorito del verano y, si los comemos con moderación, enmarcado dentro de una dieta saludable, podemos disfrutar de ellos sin sentirnos especialmente culpables.
Como siempre en asuntos nutricionales, el tamaño sí importa: no es lo mismo apretarse una copa de tres bolas, con barquillo y toppings, que optar por una sencilla bola en la tarrina más barata. E influye mucho, además, la complejidad de los helados. En general, cuántos más elementos tengan, más engordan.
Una investigación del estadounidense Centre for Science in the Public Interest aseguraba que un helado de la famosa marca Ben and Jerry´s compuesto por un cono de gofre bañado en chocolate y con una sola bola de su helado chunky monkey –su conocido helado de plátano con trozos de chocolate y nueces– tiene más grasas saturadas que un costillar de cerdo de casi medio kilo.
Calorías, azúcar y grasas
Dentro de los distintos tipos de helados hay una enorme diferencia en cantidad de calorías, pero, debemos tener claro que no solo importan las calorías si no queremos engordar. Los helados que menos calorías tienen (los que se elaboran, fundamentalmente, a base de hielo), son también los que tiene un peor perfil nutricional, pues están compuestos, básicamente, de agua y azúcar.
En esta ecuación entra un factor importante y es la sensación de saciedad. Puedes comerte diez sorbetes y probablemente no te quitarán el hambre, pero una bola de buen helado de crema tiene más proteínas y grasas, debido a que está compuesto fundamentalmente con lácteos, y sí puede quitarte el hambre. Además, pese a tener más calorías, puede tener la misma o menos cantidad de azúcar.
Los helados de menor a mayor contenido calórico
Llegados a este punto, está bien saber qué helados tienen mayor y menor calorías pues, al fin y al cabo, es la forma más sencilla de percatarse, aproximadamente, de qué engorda más o menos. En general, insistimos, todos los helados deben tomarse de forma moderada y en cantidades pequeñas, pero, como veremos, el simple hecho de escoger tarrina en vez de cono nos libra de una gran cantidad de calorías innecesarias si lo que realmente queremos es disfrutar de un buen helado.
El flax: agua coloreada
Este helado, favorito de la infancia, es básicamente hielo con azúcar –de hecho, sus fabricantes se refieren a él como “golosina líquida”–, pero tiene tanta agua que sus calorías son bastante bajas. En concreto, 32 calorías por 100 gramos, de los cuales 8 son azúcar y el resto agua. En general, aunque no es un producto saludable (ni mucho menos) es mejor opción que casi cualquier helado y, por supuesto, que un refresco, que tiene muchísima más azúcar.
El polo y otros helados de hielo: agua con mucha azúcar
El polo no es muy distinto al flax, pero suele tener algo más de sustancia y, por tanto, más calorías. Hay mucha diferencia entre los propios polos, pues los hay que contienen algo más de zumo de fruta, pero, como norma general, estamos ante un producto que es de nuevo azúcar y agua. Y cuanto más complejos son, más calorías tienen.
Los polos normales y corrientes, y otros helados de hielo como son los sorbetes, calippos, twistters, pirulos y demás marcas comerciales, suelen situarse en torno a las 100 calorías por cada 100 gramos. Puede no parecer mucho, pero hay que insistir en que tienen un montón de azúcar. Un solo Calippo, por ejemplo, tiene 22 gramos de azúcar (casi al límite de la ingesta recomendada al día por la OMS que es de 25). En ningún caso es un alimento saludable.
El yogur helado: también está maldito (pero menos)
Las tiendas de yogur helado, o yogulado para los amigos de los Simpsons, han crecido como moscas en las calles del centro de todas las ciudades de España. Bajo la promesa de un helado saludable se han puesto muy de moda y, aunque tampoco es un producto para tirar cohetes, es algo mejor que la mayoría de los helados industriales.
El yogulado –que no es helado de yogur, sino yogur helado–, tiene en torno a 120/130 calorías (algo más que los helados de hielo), pero suele tener algo menos de azúcar, entre 10 y 15 gramos, y además otros nutrientes como grasas y proteínas, por lo que no es una mala opción, siempre que no le echemos por encima todo tipo de toppings ni nos pasemos con las cantidades.
Helado en tarrina: el de toda la vida
Los helados de toda la vida, de heladería y sabores clásicos, suelen tener en torno a 200 y hasta 300 calorías por cada 100 gramos. Estos se elaboran a partir de leche o nata, por lo que tienen un perfil nutricional más completo, con grasas y proteínas; y, aunque tienen también mucha azúcar, suelen llevar algo menos que los helados de marca, también los de hielo.
Bombón helado: bomba de azúcar
El bombón helado, en todas sus variedades –del clásico de nata y cobertura de chocolate al Magnum– es, básicamente, el mismo helado recubierto de una capa extra de azúcar. Estos suelen superar ampliamente las 300 calorías y tienen un buen montón de azúcar. Un Magnum almendrado, por ejemplo, tiene 334 kcal por 100 gramos (y pesa exactamente esto) y 28,45 gramos de azúcar, que es más de lo recomendado por la OMS al día. Una lata de Coca-Cola normal tiene 35.
Cucurucho: carbohidratos y azúcar extra
Lamentablemente, el helado más emblemático, servido en cucurucho, es de los que más calorías tiene, pues al propio helado hay que añadir las calorías del barquillo, que no son pocas.
Tirando por lo bajo, si solo pedimos una bola de helado de unos 100 gramos, pongamos que de 200 calorías, hay que sumar en torno a 100 del barquillo, lo que nos coloca en unas 300 calorías como poco. Pero es muy fácil sobrepasar esta cifra en cuanto añadimos otra bola y ¿quién no está tentado a pedir dos sabores? Un helado de este tipo sobrepasa las 400 calorías y fácilmente los 30 gramos de azúcar.
Un cono pequeño industrial, un Cornetto normal y corriente, es un poco más pequeño tiene 60 gramos: 187 calorías, de las cuáles 13 gramos son de azúcar. Ahora si nos vamos a un helado más grande, como el Negritón (también de Frigo), nos vamos a las 331 calorías y los 30 gramos de azúcar.
Sándwich helado: ¿qué puede salir mal?
Los sándwichs helados se mueven en el entorno de los conos, pero depende del tamaño pueden tener aún más calorías. En concreto el Maxibon de nata tiene 324 kcal por 100 gramos, 311 por unidad de helado, que lleva 26 gramos de azúcar.
Imágenes | iStock/Pexels/Pixabay
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