Es un producto muy engañoso, con fama de ser muy sano pero en realidad no lo es en absoluto
Las ultraprocesados o alimentos altamente industrializados nos rodean y cada vez son más las opciones que encontramos en el supermercado. Sin embargo, aunque todos poseen una calidad nutricional inferior a los alimentos frescos, como nutricionista te muestro cuál es el peor ultraprocesado a mi criterio, el cual no consumo jamás, y qué elijo en su reemplazo.
Más ultraprocesados y peor salud
Se define como ultraprocesados, según la clasificación NOVA, a los alimentos que se elaboran a partir de ingredientes procesados y que no contienen ingredientes frescos o que puedan identificarse en su presentación final sino más bien presentan un gran número de ingredientes en su interior con variedad de aditivos industriales, azúcares, almidones, aceites, sodio y demás que perjudica la salud.
Estos alimentos poseen un peor perfil nutricional respecto a alimentos frescos o mínimamente procesados y al mismo tiempo, se han asociado con menos saciedad y mayor respuesta glucémica.
El grado de procesamiento elevado que poseen contribuye al poder adictivo superior que poseen los ultraprocesados, debido en gran medida a su riqueza en sal, grasas y azúcares o harinas refinadas de fácil asimilación en nuestro cuerpo.
De igual forma, la ingesta de ultraprocesados se ha relacionado con la presencia de obesidad y sobrepeso, y también se sabe que existe un vínculo entre el cáncer y la gran cantidad de aditivos así como la pobre calidad nutricional que poseen los ultraprocesados.
El estudio más exhaustivo al respecto, ha revelado que existe una correlación positiva entre el consumo de estos alimentos y una lista de 32 problemas de salud que van desde la mortalidad cardiovascular hasta la depresión.
Por todo esto, la recomendación sigue siendo reducir al máximo la ingesta de ultraprocesados en la dieta habitual de manera tal de priorizar los alimentos frescos, naturales o mínimamente procesados que sin duda poseen un mejor perfil nutricional, resultan más saciantes y menos adictivos.
El peor ultraprocesado a mi criterio
La lista de ultraprocesados es larga (por no decir infinita), ya que incluye todo tipo de snacks como las patatas fritas de bolsa o los palitos de maíz, y también helados, refrescos azucarados, bebidas alcohólicas, galletas, cereales de desayuno, fiambres y embutidos, productos listos para consumir, nuggets, bebidas energizantes, alimentos fortificados, chucherías en general, potitos y papillas comerciales de bebés, entre muchos otros.
Sin embargo, entre todos estos y a mi criterio, uno de los alimentos ultraprocesados más destacables por su mala calidad nutricional y por s aspecto engañoso hacia los consumidores son los cereales de desayuno que en muchas ocasiones los vemos como algo saludable y nutritivo, y se promocionan como tal, pero que no tienen nada rescatable en cuanto a nutrientes.
Los cereales de desayuno, por la mezcla perfecta entre hidratos de carbono refinados con una gran cantidad de azúcares, grasas y sal en su interior, son un alimento muy adictivo a lo cual se suma la textura crujiente que resulta muy atractiva al paladar.
Por otro lado, aún en las opciones fitness o en cuyos envases podemos ver una silueta esbelta que hace referencia al cuidado de la línea y la salud, se presentan una gran proporción de azúcares añadidos que suelen superar los 15 gramos por cada 100 gramos de alimento, mientras que el contenido de fibra es en muchas ocasiones escaso y su poder saciante reducido.
Además, poseen una enorme variedad de aditivos entre los que destacan colorantes, saborizantes y conservantes, que sin duda caracteriza a los ultraprocesados de peor calidad nutricional.
Como si fuera poco, su consumo a primeras horas del día puede promover picos de glucosa y estos ser causantes de más hambre, más fatiga y menos saciedad durante el resto del día, incentivando por ello diferentes problemas de salud en nuestro cuerpo.
Además, en las versiones para niños los dibujos de animales, superhéroes u otros del envase así como sus colores atractivos, suelen conquistar fácilmente a los pequeños consumidores, resultando ser un producto muy engañoso y por ello considerado el peor ultraprocesado a mi criterio.
Las alternativas que elijo en su reemplazo
Aunque intento evitar todo tipo de ultraprocesados a mi dieta diaria, los cereales de desayuno son los que jamás consumo y los que considero la peor alternativa para una ingesta matinal.
En su reemplazo, prefiero escoger cereales mínimamente procesados o naturales e integrales que conservan toda su fibra, sus proteínas, vitaminas y minerales.
En este sentido, la avena es uno de los cereales que más utilizo en mis desayunos con la cual puedo elaborar galletas sin azúcar combinándola simplemente con puré de plátano o de manzana, o bien, en diferentes tipos de porridge.
Sin embargo, también suelo elegir cereales mínimamente procesados como el arroz inflado o la quinoa inflada que podemos conseguir fácilmente sin el agregado de azúcar.
La quinoa como tal, que es un pseudocereal, también es una excelente alternativa para elaborar en combinación con leche o bebidas vegetales sin azúcar y frutas, semillas, u otros alimentos de calidad que resolverán de manera saludable nuestros desayunos sin acudir a ultraprocesados.
Otras opciones que también pueden resultar válidas para reemplazar a los cereales de desayuno comerciales son el cuscús integral, el mijo, o las semillas de chía con las cuales podemos elaborar fácilmente un pudding para nuestros desayunos.
En DAP | Qué es un alimento ultraprocesado y por qué deberíamos reducir su consumo
Imagen | Foto de portada: CHUTTERSNAP, foto 1: Caleb Oquendo, foto 2: Mikhail Nilov.
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