Estamos en pleno otoño y en las cercanías del invierno y sabemos que la vitamina C es un nutriente muy importante para conservar las defensas en alto y así, alejarnos de enfermedades por eso, hoy te proponemos sumar vitamina C a tus platos con sencillos trucos.
Más vitamina C, más beneficios
La vitamina C es muy conocida por ser de ayuda para reforzar nuestras defensas, sin embargo, es un nutriente que más allá de contribuir al funcionamiento del sistema inmune, posee otros grandes beneficios que no podemos dejar de nombrar para justificar nuestra propuesta de sumar vitamina C a los platos.
Este micronutriente es un potente antioxidante que puede reducir el estrés provocado por el ejercicio, por ejemplo, o también, por una dieta de mala calidad nutricional o el tabaco, por eso quienes fuman o se ejercitan intensamente, necesitan más vitamina C en su cuerpo.
Además, ayuda a cicatrizar heridas y a mantener la integridad de nuestra piel.
Por otro lado, es un nutriente que favorece la absorción del hierro, por ello es de gran importancia en estados de anemia o para prevenir esta condición.
Como si fuera poco, la vitamina C ayuda a proteger nuestros huesos, al reducir la pérdida ósea y facilitar la absorción del calcio en nuestro organismo, por lo tanto, no sólo para cuidarnos de los resfriados es de gran ayuda esta vitamina, sino también para cuidar nuestros huesos.
Una última razón para sumar vitamina C a nuestros platos es su vínculo con un mejor control de la presión arterial y por lo tanto, con un menor riesgo de sufrir hipertensión y problemas cardiovasculares.
Trucos para sumar vitamina C a tus platos
Son muchos los beneficios que la vitamina C puede ofrecer al organismo, por eso, te proponemos poner en práctica los siguientes trucos para sumar vitamina C a tus platos:
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Utiliza más verduras frescas: las verduras también son poseedoras de vitamina C y si las incluimos como ingredientes en su forma fresca conservarán mayor proporción de este nutriente. Algunas verduras ricas en vitamina C son el pimiento, el repollo, brócoli, coliflor, la espinaca, entre otros.
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Prepara tus ensaladas justo antes de consumirlas: de esta forma, la vitmina C no estará expuesta al aire tanto tiempo y se oxidará menos, corta los ingredientes justo antes de consumirlos.
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Condimenta con zumos naturales recién exprimidos: los zumos de pomelo, naranja o limón así como de otras frutas pueden ser muy útiles para condimentar una ensalada o algún otro plato, y si los exprimimos en casa justo antes de utilizarlos, sumarán vitamina C en gran medida.
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Utiliza hierbas y especias: el cilantro, el perejil, el laurel o el azafrán son buenas fuentes de vitamina C, por eso, puedes sumar vitamina C a los platos con ayuda de hierbas y especias.
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Cocina las verduras con piel: la vitamina C es una vitamina hidrosoluble que se pierde en el agua de cocción, pero si cocinamos las verduras con piel podemos conservar más éste nutriente, por ejemplo, patatas, batatas, calabaza, entre otras.
Recetas de platos ricos en vitamina C
Como podemos ver, hay muchas formas de sumar vitamina C a nuestros platos y así disfrutar de sus beneficios. A continuación te mostramos algunas recetas de platos ricos en vitamina C que puedes elaborar en casa:
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Imagen | Zack Sheppard y Rubyran