Ayer me enteré por twitter de una asunto no muy agradable respecto a la libertad de expresión y los alimentos transgénicos. Un artículo titulado, "ECOLOGISMO Y TRANSGÉNICOS: UNA PROPUESTA DESDE LA IZQUIERDA" que todavía se puede leer en la caché de Google, y esrito por Juan Segovia, militante del PCA e IU-Andalucía, miembro del grupo promotor del Área de Ciencia en IU, fue censurado porque parece se que "No expresa la opinión aprobada en los órganos del PCE". El medio de publicación era Mundo Obrero, que es medio de difusión del PCE. Cualquier medio tiene todo el derecho del mundo a decidir qué es lo que se publica y qué no, pero creo que cometieron un gran error.
Hubiera bastado con poner en la cabecera del artículo justamente eso, que "No expresa la opinión aprobada en los órganos del PCE". Sin embargo, se decidió retirar el artículo y el efecto ha sido justo el contrario, porque inmediatamente el artículo fue vuelto a publicar en otros blogs. También en Twitter tuvo bastante repercusión.
Por desgracia, y también por experiencia propia, el debate sobre los alimentos, mal llamados, genéticamente modificados se ha vuelto tan emocional que es muy complicado evitar excesos. Digo "mal llamados" porque todos los alimentos están genéticamente modificados de una forma u otra. Creo que lo mejor que puede ocurrir, es que haya debate. Que todos podamos expresar nuestras opiniones. Como ya sabéis yo estoy a favor de los alimentos transgénicos. Los hechos les van dando la razón. En todo.
Son seguros
Un meta-análisis de casi 1800 estudios ha avalado la seguridad de los transgénicos. Todavía no se han detectado casos de alergias relacionadas directamente con su consumo. Más bien al contrario, es posible que en el futuro, encontremos variedades libres de ciertos alérgenos como glúten, o lactosa, etc...
Son más nutritivos
El ejemplo más evidente, y del que hablaré pronto, es el arroz dorado. Un arroz modificado genéticamente que incorpora beta-caroteno, se llama Golden Rice (Arroz Dorado) y ayudará a combatir la ceguera infantil en Asia. El mismo beta-caroteno, el mismo, que te comes cada día con tus tomates o zanahorias.
Por desgracia, hace unos meses, un grupo de desaprensivos no tuvo mejor idea que boicotear los campos de cultivo experimentales que había en Filipinas. Afortunadamente, esta vez, la indignación y las críticas a este atentado fueron oídas en todo el mundo, y más de 6000 firmaron en Change.org en contra de este acto (servidor incluido).
Hay una cosa que no entiendo. Se suele criticar la falta de estudios que demuestren que son inofensivos para humanos o para el medio ambiente, pero luego ¡se sabotean los campos de experimentación! ¿Así cómo vamos a poder saber nunca nada sobre sus posibles efectos? Ni comen, ni dejan. Por desgracia, nunca mejor dicho.
Evitan alergias
Algo de lo que deberíamos sentirnos muy orgullosos ha pasado casi desapercibido. En España, nuestros maltratados investigadores, han sido capaces de crear trigo sin gluten. Repito, trigo sin gluten. Pero es para echarse a llorar y lo digo en serio. Resulta que tendremos que vender la patente, o regalarla, porque en Europa no está autorizado todavía ese cultivo. Miles de celíacos, que ya tienen soportar pagar más IVA por su pan, tendrán que verse forzados a importar un harina hecha con un trigo, que nosotros mismos inventamos.
Ayudan al medio ambiente
Son cada vez más numerosos los estudios científicos que indican que los cultivos transgénicos necesitan menos pesticidas, y al hacerlo, hacen posible que haya más biodiversidad en sus cultivos, sin que la productividad se vea afectada.
De la misma forma, son cada vez más las variedades que se modifican para poder crecer en lugares con menos agua. También lo contrario, que son capaces de soportar inundaciones. Hay nuevos tipos de arroz, que pueden sobrevivir varios días bajo el agua, lo que evitará que miles de toneladas de cultivos, se echen a perder por culpa de los monzones en Asia.
Los hay libres de patentes
Países tan poco sospechosos de estar al dictado de los mercados, como Cuba, ya están cultivando transgénicos. Precisamente para defender su soberanía alimentaria. Esto es mismo es lo que defendía Carlos G. Borroto, Jefe del Programa Nacional de Biotecnología Agropecuaria en Cuba, en respuesta a las protestas por la introducción de maíz transgénico en su país. Brasil, a través de su empresa pública EMBRAPA (Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria), está investigando con semillas "Open Source" libres de patentes. Lo mismo ocurre con el Arroz Dorado, está libre de patente.
Además, un apunte. ¿Te gusta el tomate Kumato? Pues deberías saber que está patentado. Si te fijas en la etiqueta verás que tiene una R. ¿Vas a dejar de comerlo porque pertenece a una multinacional que lo ha patentado?
Garantizan la soberanía alimentaria
Al igual que las variedades que diseñó Norman Borlaug, y que permitieron a México o a la India, no solo abastecerse de forma autónoma de alimentos, sino convertirse en exportadores, las nuevas variedades transgénicas, han permitido que países como Argentina o Brasil, sean capaces de exportar soja. Europa está en una posición absurda. Pone trabas absurdas al consumo de transgénicos, pero sí que permite su importación para alimentar al ganado, que luego nos comemos. Tan esa así, que ya hay quien se pregunta si "¿merece la pena seguir alimentando a Europa?".
Para llevar
No es una cuestión de política. O de censura. Es una cuestión de ciencia y de progreso. De hecho, no comparto alguno de los argumentos que expone Juan Segovia en su post, pero lo que sí defiendo es el derecho a un debate abierto.
Sé que estos artículos son polémicos. Pero el debate es bueno. Por desgracia, los alimentos transgénicos tienen tan mala prensa que ya va a siendo hora de que sean reconocidos como lo que son y no por lo que hace tiempo creíamos que eran. Hay que salir en su defensa porque son la mejor oportunidad que tenemos para garantizar nuestra alimentación y la del resto del mundo. Cuando antes nos demos cuenta, antes podremos aprovechar sus beneficios para nosotros y para el medio ambiente.
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