La piel es la parte del cuerpo que mejor habla de nosotros, sus señales, el color, la elasticidad, las arrugas, cualquier cambio o desequilibrio del organismo, ya sea por causas externas o internas, lo sufre la piel.
Nuestra piel también es el reflejo de nuestra alimentación, la falta de vitaminas y minerales se vislumbra en el aspecto de la piel, por eso es importante tener una dieta variada y rica en alimentos frescos que aportarán lo necesario para tener una piel resplandeciente.
En este caso también son saludables los ácidos grasos omega 3, actúan parecido al aceite de onagra. Es muy eficaz en caso de padecer dermatitis o eccema y se puede consumir a través del pescado azul, las nueces, las semillas de lino, etc. El aceite de oliva y el aguacate también serán buenos aliados.
El zinc colabora en el buen estado de la piel que favorece la formación de nuevas proteínas. Aporta elasticidad y tonicidad a la piel y se recomienda especialmente en casos de psoriasis. Este mineral abunda en pescado, legumbres, ostras, semillas de sésamo y en la carne de buey y de pato.
La vitamina A ejerce una importante acción antienvejecimiento, previene infecciones de cutáneas y evita la desecación de la piel y las mucosas. Acelera la renovación celular estimulando además la producción de queratinocitos y colágeno. Las verduras de hoja verde, la zanahoria, el tomate, los albaricoques entre otras frutas rojas, los huevos y los lácteos son buenas fuentes de vitamina A.
Las vitaminas del grupo B también intervienen en la renovación celular, mejoran la circulación sanguínea, aportan suavidad y elasticidad a la piel, fortalecen las células entre otras funciones. Su consumo es muy necesario y fácil de conseguir a través de los cereales integrales, la verdura de hoja verde, la soja, el pescado azul, la levadura de cerveza, los frutos secos, etc.
La vitamina C también es un antioxidante que además colabora en una mayor producción de colágeno, éste es la proteína que ayuda a tener una piel más tersa y sin arrugas. Ahora empezaremos a poder consumir en abundancia con los cítricos, también la encontramos en los kiwis, en los tomates, en los pimientos verdes, en la col, en las fresas, etc.
Para evitar la acumulación de radicales libres y ofreciendo su acción antioxidante, precisamos también de la vitamina E, que además ayuda a mejorar el sistema inmunológico y la circulación sanguínea. A través del germen de trigo, los frutos secos, las legumbres, el maíz, el aguacate y ciertos aceites vegetales, haremos buen acopio de vitamina E.
Si estás pensando en cuidar tu piel empieza por una buena alimentación, de momento prescinde de los “potingues” y disfruta comiendo.
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