Si hay algo que no falta en mi casa, son los limones. Los usamos para todo, desde para aliñar un plato de paella de marisco hasta para un filete de hígado a la plancha. Por supuesto, también hago pollo al limón e incluso lemon pie. Cuando no tenemos entramos casi literalmente en pánico, no podemos vivir sin limón en casa. Afirmamos que somos unos apasionados del limón.
Exprimidor de limones manual
Así que cuando se trata de usarlos, aprovechamos hasta la última gota. Y, hasta no hace mucho, los estrujábamos a mano como todo el mundo. Pero un día encontré un cacharro con el que hasta mi abuela puede echarle limón a su comida ella sola. Sin esfuerzo y sin que las manos queden apestando a limón.
Un gadget tan sencillo como cómodo de usar
A este cacharro podríamos denominarlo exprimidor manual porque al fin y al cabo es lo que hace. Pero su forma permite que podamos exprimir directamente sobre el plato. Y una de las cosas que a mí más me gustan es que evita que las pepitas caigan al plato. Su mecanismo de acción siempre me ha recordado a los cascanueces. Aunque en el caso de los limones no los rompe, claro, sino que los estruja.
Dudo que -aparte del exprimidor eléctrico- haya un cacharro que los deje más secos. Pero que además sea sencillo de usar hasta para los más pequeños, porque no requiere tampoco mucha fuerza. El mío lo compré en Amazon por 8,59 euros y debo decir que ya no lo cambio por nada. Además, a la hora de limpiarlo es sencillo pues basta con enjuagarlo y ya, no hace falta meterlo en el lavavajillas.
Gracias a este cacharro he conseguido que el pollo al limón me quede bien potente de sabor. Pero también es una buena forma de añadir limón a cócteles como el gin tonic, por ejemplo. O añadir un toque cítrico a la Coca-Cola o a aquellas recetas que saben mejor con un toque de limón.
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Fotos | Amazon, Alicia González, Freepik
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