Que te toque tu jefe o alguien que no conoces es tu pesadilla en un amigo invisible. Lo sé, pero yo ya encontré la solución

La Navidad ni me gusta ni me disgusta. A mi parecer es una buena excusa para comer y beber de más, regalarnos cosas y pasar un buen rato en familia. Y la verdad es que lo último no viene nada mal con la rachita que llevamos.

Diré que lo único que no me gusta es eso del amigo invisible en el trabajo. Pues, aunque me llevo bien con mis compañeros, no puedo decir que conozca a todos a fondo. Así que cada año acabo comiéndome la cabeza para hacer un buen regalo. Porque, admitámoslo, ninguno quiere quedar mal.

Pero este año se ha llevado la guinda del pastel: me ha tocado mi jefe. La reacción inicial fue de panick attack, obviamente. Mi jefe no es un ogro, pero, si con un compañero quiero quedar bien, con mi jefe quiero quedar como dios. Pensé mil cosas: bufandas, algo para el escritorio, una agenda nueva, y que se yo.

Entonces de repente se me encendió una bombillita y caí en la cuenta: mi jefe es súper gourmet. Siempre habla de sus vinos favoritos, de los embutidos que le gustan e incluso ya ha comentado cosas sobre su menú de Navidad. Así que la respuesta estaba ahi, ante mis narices ¿Un vino? No, demasiado típico. Necesitaba algo más original: ¿Por qué no un estuche de aceite de oliva virgen extra premium?

¿Por qué regalar aceite de oliva premium es una buena idea?

Para empezar por lo evidente: el aceite de oliva virgen extra está muy caro. Y regalando aceite de oliva estoy regalándole un producto de primera necesidad. Algo que imagino agradecerá. Pero lo que lo convierte en un regalazo es que se trata de una edición limitada de aceites de oliva virgen extra Nobleza del Sur. Y cuesta 40,78 euros en El Corte Inglés.

El estuche incluye dos aceites elaborados de forma artesanal con aceitunas de las variedades Arbequina y Picual. Las cuales han sido cultivadas de forma sostenible en el corazón de la campiña de Jaén. Una zona que goza de un microclima único gracias al Río Guadalimar. Y que hacen de este pack un regalo perfecto que mi jefe podrá disfrutar de mil maneras: mojando pan, en ensaladas, aperitivos o platos a la plancha.

Poniendo un poco más de detalle en cada aceite añadiré que cada botella es de una variedad. Tenemos la Arbequina, que es de un verde brillante con intensos aromas herbáceos y frutales. Al abrir la botella percibiremos fragancias dulces como de manzana verde, plátano y almendra verde. Mientras que en boca -con pan en tostas y demás- es equilibrado amargo y picante; con alta complejidad olfativa y persistencia en el tiempo.

Por otro lado, tenemos la botella de Picual, un aceite aporta una sensación de fragancias limpias, frescas, frutales y herbáceas a cualquier receta. Tiene una gran complejidad en cuanto a aromas se refiere con recuerdos de las plantas que cohabitan en el olivar. Entre ellas destacan: la hoja del olivo, hierba de trigo, lavanda y tomatera. Al gusto es muy compensado y tiene una entrada muy agradable, con un final ligero, amargo y picante.

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Fotos | El Corte Inglés, Freepik

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