Cabrillas en salsa de tomate, la receta más tradicional para comer caracoles en Andalucía

Primas hermanas de los caracoles, las cabrillas realmente son otro tipo de gasterópodo que en este caso suelen darse con más frecuencia en cultivos de secano, al contrario de lo que sucede con los primeros, que tienden a estar en zonas más húmedas y sombreadas, como huertos, ríos y arroyos, y que nos encanta degustar en recetas como los caracoles a la madrileña.

También de menor tamaño, con un caparazón blanco con algunas rayas marrones y con una carne tierna y blanquecina, las cabrillas son muy típicas de la cocina andaluza, especialmente de los tapeos sevillanos, donde suele utilizarse la hierbabuena en este tipo de preparaciones, y compiten en platos como los caracoles en vaso o los típicos y tradicionales caracoles a la andaluza.

Nosotros hoy vamos a hacer unas cabrillas en salsa de tomate, pero recordad que podéis hacer vuestras cabrillas estofadas, en salsa picante, en forma de guiso o añadir un poquito de pan frito a la salsa para engordarla y darle más sabor. Cualquier caso, esta receta muy típica de Cádiz y de Sevilla, es perfecta para tener también un buen pan a mano y mojar salsa a voluntad.

Para facilitar la tarea además de estos caracoles en salsa, lo que vamos a utilizar ya son caracoles cocidos en conserva, que son mucho más fáciles de encontrar y además nos van a permitir ahorrarnos el paso del purgado y del lavado de las cabrillas, que es una de las partes más complejas de la elaboración.

Con qué acompañar las cabrillas en salsa de tomate

De igual modo que los caracoles a la andaluza, los caracoles a la madrileña o los caracoles en salsa vizcaína, esta preparación puede funcionar tanto como aperitivo o tapa como de segundo plato, incluso podemos añadir a su lado un poco de arroz blanco o de alguna patata cocida para aprovechar mejor la salsa.

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