Hoy os traemos una receta práctica, deliciosa y fácil de hacer para la cena: el pastel de atún frío.
A primera vista este plato no parece gran cosa, pero es súper versátil y, si usas buenos ingredientes, es una comida deliciosa para un día de verano, perfecta para cuando apetece algo rico, pero no hay ganas de pasar mucho tiempo en la cocina. Además de ser fácil de hacer, este plato lleva ingredientes que todos tenemos en casa, por lo que lo más probable es que según estés leyendo esto puedas prepararlo.
La elaboración del pastel de atún frío es muy sencilla. Se trata de picar todos los ingredientes del relleno –atún, mayonesa y las verduras en conserva que quiera echarle, como pimientos del piquillo o espárragos–, mezclarlos en un bol, montar el pastel con tres capas de pan de molde y refrigerarlo al menos media hora. Para darle un toque especial, podéis bañar la parte superior con mayonesa y decorarlo con yema de huevo picado. Como veis, no hay que ser un experto culinario para sacar adelante esta receta1.
Si queréis variar un poco la receta, os damos algunas ideas. En vez de atún se puede usar cualquier otro pescado azul en conserva, como sardinas o caballas, y a este se le pueden añadir todo tipo de verduras como guisantes, maíz dulce, aceitunas, zanahoria rallada o incluso corazones de alcachofa. También podéis cambiar el tipo de salsa, nosotros os recomendamos mayonesa casera, pero con una de bote también puede ir bien. Y si os apetece darle un contrapunto divertido a la receta, ¿por qué no añadir algún encurtido?.
Así que ya sabéis, si esta noche queréis algo sabroso, rápido y fácil de preparar, el pastel de atún frío es una excelente opción. Y para acompañarlo, ¿qué tal una copa de vino blanco fresquito o una cerveza bien fría? Buen provecho.
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