Hoy quiero contaros cómo poner a punto tus utensilios de cocina para que te duren muchos años y, para ello, voy a usar como ejemplo mi última adquisición: un wok de acero al carbono con cobertura anti adherente. Quizás te has encontrado con él entre tus regalos de Navidad o Reyes y no sepas cómo llevar a cabo su proceso de puesta a punto. Pues bien, vamos a verlo juntos.
Un wok de acero al carbono con cobertura anti adherente nuevo tiene un brillo por toda la superficie que es necesario retirar antes de su primer uso. El proceso es fácil y no necesitamos de nada raro para llevarlo a cabo. Todos tenemos en casa agua caliente, un estropajo, detergente, aceite y papel absorbente. Con ello, en media hora nos habremos librado del recubrimiento protector transparente que cubre nuestros utensilios de acero de carbono y los tendremos listos para usar durante muchos años.
Puesta a punto en cuatro sencillos pasos
Paso 1. Lo primero que tenemos que hacer es reblandecer la laca que forma el recubrimiento y, para ello, sumergimos el wok en la pila con agua muy caliente durante cinco minutos.
Paso 2. Transcurrido este tiempo, la laca que recubre el wok se habrá reblandecido y podremos proceder a frotar el interior del mismo con un estropajo y una cantidad generosa de detergente. Después de tres o cuatro minutos la capa protectora debería haber desaparecido, pero si no es el caso y todavía hay restos, frotamos unos minutos más. Aclaramos y secamos.
Paso 3. Si vamos a usar el wok sobre una placa de inducción tendremos que retirar también la capa protectora de la base. De lo contrario, al contacto con el calor de la placa, la laca se derretirá en el quemador. Para ello repetimos los pasos uno y dos de nuevo, pero esta vez frotando solo la base del wok.
Antes de cocinar con el wok necesitamos curarlo, es decir, crear una capa protectora y anti adherente 100% natural que evite que los alimentos se peguen al mismo.
Paso 4. Untamos toda la superficie interior del wok con aceite para cocinar vegetal (no usar aceite de oliva). Calentamos el wok sobre la placa y, cuando el aceite empiece a humear ligeramente, lo retiramos de la fuente de calor. Dejamos que se enfríe y limpiamos con papel absorbente.
Repetimos este paso dos o tres veces más para asegurarnos que la superficie interior se cura debidamente y que nuestro wok está listo para empezar a cocinar en él.
Después de la puesta a punto, el centro del wok habrá oscurecido y parecerá que se nos ha quemado y estropeado, pero no es el caso. Es más, con el uso el wok seguirá oscureciéndose. Se trata de un proceso natural para curar bien el wok con el que se lo protege del óxido y se evita que la comida quede pegada a su interior.
Limpieza y cuidado de nuestros utensilios de acero de carbono
Tras su uso, el wok se debe lavar a mano con agua caliente y jabón neutro, evitando usar detergentes fuertes o productos que puedan atravesar el revestimiento protector del curado. Una vez bien seco podemos aplicar una capa de aceite por toda la superficie si lo deseamos, retirándola antes del uso siguiente, y lo guardamos en un lugar seco. También podemos repetir el proceso de curación de vez en cuando para mejorar el rendimiento del mismo.
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