Muchas veces se tienen dudas a la hora de escoger el recipiente con el que se va a cocinar. Normalmente las baterías de cocina son de acero inoxidable, en nuestra opinión es la mejor opción, pero hay algunos alimentos que se cocinan mejor en otro tipo de recipientes.
Por ejemplo, las cazuelas de barro o terracota, son ideales para las cocciones lentas, el calor se expande con uniformidad desde el fondo de las paredes y la comida se cocina de forma más gradual y homogénea respecto a recipientes de otros materiales. Son perfectas para preparar legumbres, menestras, estofados y guisos. Es importante para su mantenimiento poner un difusor de calor sobre la llama cuando se utilice una cazuela de barro, y a la hora de limpiarlo, no utilizar detergentes que puedan resultar abrasivos, así evitarás que se formen grietas.
En las cazuelas de cobre se pueden cocer todos los alimentos, las salsas y cremas quedan geniales, pero sobretodo van muy bien para preparar dulces, pues el azúcar debe alcanzar una temperatura elevada y constante, y el cobre es un excelente conductor del calor que difunde la temperatura de manera uniforme, soportando muy bien el calor elevado. Existen cazuelas de cobre puro o con revestimientos interiores en acero e incluso en plata y oro, resultan muy vistosas si le llevan a la mesa, pero su limpieza debe ser realizada con productos específicos, cuidando después de aclarar bien el recipiente.
Los recipientes antiadherentes permiten cocciones rápidas, casi sin grasas y sin que los alimentos se peguen. En una sartén antiadherente, las tortillas, crêpes, arroz salteado y todo lo que se desee hacer a la plancha, se cocina a la perfección. Es importante utilizar utensilios que no rayen para mezclar los alimentos en una sartén antiadherente, son ideales los utensilios de madera. A la hora de comprarlo es importante que sea de calidad, con fondo grueso y que el revestimiento de teflón permanezca íntegro, puesto que podría volverse nocivo si se raya. Así que, para limpiar un recipiente antiadherente, no conviene utilizar polvos ni estropajos abrasivos, sino esponjas y productos aptos para él.