Estas son las seis razones por las que merece la pena tener una máquina automática de hacer pasta en casa

Cuando Philips me hizo llegar la máquina automática de hacer pasta para que la probara y le hice hueco en la cocina, mi familia al completo me miró con ojos de otro trasto más con que ocupar la encimera. "Ya tenemos máquina para pasta (manual) y apenas la usas", dijo mi marido, "¿qué te hace pensar que esto va a cambiar las cosas?".

El paso del tiempo y el hecho de disfrutar de platos de pasta fresca con regularidad les ha hecho cambiar de opinión. Ahora le hacen ojitos a la criatura, deseando que se quedara con nosotros para siempre. Pero, acabadas las probaturas, el momento de la despedida se acerca y yo solo puedo decir una cosa: la echaré de menos. Estas son las razones por las que merece la pena tener una máquina automática de hacer pasta en casa.

1. Porque es tan compacta que apenas ocupa espacio

En mi cocina tengo mucho pequeño electrodoméstico en la encimera y yo también pensé que otra máquina más me restaría espacio para trabajar, pero me sorprendió gratamente el tamaño tan compacto de esta máquina de hacer pasta. Sus 13,5 x 35 x 28,7 cm (ancho/fondo/altura) permiten acoplarla en casi cualquier cocina, ya sea en la encimera o dentro de un armario, aunque esto depende del tamaño de las mismas ¡claro está!

Cuenta con un cajón de almacenamiento integrado para los discos de modelaje, que permite tenerlos siempre localizados y decir adiós a guardar las piezas accesorias sueltas en los cajones. El cable de alimentación se introduce en el propio cuerpo de la máquina. El diseño de la máquina permite tener la cocina ordenada en todo momento.

2. Porque su uso no puede ser más sencillo

El manejo de la máquina no puede ser más simple. La pasta está lista en cuatro sencillos pasos: introducir la harina en la cuba principal, apretar el botón de encendido, verter el huevo (o huevo y agua) por el bocal y cortar la pasta del tamaño deseado cuando empiece a salir por el cabezal. Como el amasado y formado son automáticos, cualquier persona puede hacer pasta casera y obtener buenos resultados. No hace falta tener conocimientos técnicos sobre el tema ni ser un virtuoso de la cocina.

Eso sí, hay una punto importante a tener en cuenta para el adecuado funcionamiento de la máquina de hacer pasta: hay que seguir escrupulosamente las medidas de harina y huevo (o huevo y agua) y utilizar los vasos medidores para ello. Si nos pasamos de harina la pasta queda demasiado dura y si nos quedamos cortos queda pegajosa. En cualquiera de los dos casos, la pasta no sale por el bocal, hay que tirarla y empezar de nuevo.

3. Porque nunca fue tan rápido hacer pasta fresca

Después de usar la máquina una o dos veces y haberle cogido el truco a su funcionamiento (es tan sencillo que no se tarda más), no se tarda más de 20 minutos en tener un plato de pasta sobre la mesa, listo para ser devorado. Mientras la máquina amasa, puesto que tendremos las manos libres, ponemos el agua a hervir y preparamos/calentamos la salsa. Eso sí, en el momento en que la pasta empieza a salir por el bocal, lo mejor es que le prestemos atención y la cortemos para que no se amontone en la base de la máquina.

El ahorro de tiempo es una de las ventajas de esta máquina, sin embargo conviene recordar que nos saltamos uno de los puntos claves de la elaboración de pasta fresca: el reposo de la masa en su conjunto antes de estirar y formar. Aunque no es estrictamente necesario, nuestra recomendación es dejar secar la masa durante unos 15 minutos aproximadamente antes de cocer. Merece la pena esperar unos minutos porque su textura mejora considerablemente.

4. Porque la pasta se puede personalizar al 100%

Con los cuatro cabezales se pueden hacer spaghetti, penne, fettuccine y láminas para lasaña, canelones, ravioli y otras pastas rellenas. El libro de recetas que incluye es una buena guía para arrancar con la pasta básica y/o para lanzarse con sabores como la pasta de remolacha, de espinacas, de tomate, de zanahoria, de hierbas, de tinta de calamar, incluso pastas exóticas como fideos soba y wontons. El control de los ingredientes permite hacer pasta apta para celiacos.

A mi me ha resultado imposible de solucionar dos cosas. Por un lado conseguir que, al cortar la pasta según sale por el bocal, no se peguen los extremos. Por otro obtener láminas de pasta en condiciones cuyos extremos no queden arrugados y feos. Esto no me ha impedido cocinar la pasta y disfrutarla, pero me ha resultado algo molesto tener que invertir tiempo en despegar los extremos de las piezas de pasta, así como cortar los extremos de las láminas para igualarlas.

5. Porque tiene capacidad para cuatro personas

No sé en vuestras casas, pero en la mía hay cuatro bocas que alimentar y la capacidad de esta máquina ha resultado ideal. Permite preparar 450 gramos de pasta fresca de una sola tirada. Se puede preparar pasta para dos personas, pero yo he optado siempre por el máximo de su capacidad incluso cuando he cocinado para menos de cuatro. La pasta fresca se puede refrigerar y también congelar. En los casos en que me ha sobrado pasta, la he dejado secar antes de envolver en film transparente y guardar en la nevera o en el congelador.

6. Porque se desmonta entera y es fácil de limpiar

Desde la tapadera hasta el extrusor, todas las piezas que no son el cuerpo de la máquina de pasta fresca se desmontan y se limpian con facilidad. Lo más incómodo de limpiar son los discos de modelaje, porque la pasta se queda en el interior de cada uno de sus agujerillos. Pero hay truco y este consiste en dejar que la harina se seque un poco, 30 minutos, y antes de pasarlo bajo el agua, limpiarla pasando los dedos o usando la punta de la herramienta plana de corte y el cepillo. En 5 minutos estará limpia.

Valoración personal

Después de toda esta charleta os estaréis preguntando sobre el coste de la máquina automática de hacer pasta fresca, que es 159€, y si os va a merecer la pena el gasto. Pues esto es como todo y depende del uso que le vayáis a dar. Si sois amantes de la pasta fresca y es un producto que cada semana cae en el carro de la compra, entonces la respuesta es sí.

Mi familia, que ya os he contado al principio la miró con cara de indiferencia, lleva meses disfrutando de ella. Algún que otro miembro (con cero conocimientos culinarios) se ha atrevido incluso a utilizarla con buenos resultados. Creo que, cuando devolvamos la máquina automática de pasta a Philips, van a pedir que compremos una propia.

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